Un niño, en estado crítico tras ingerir el salfumán que presuntamente le dió su madre tras una discusión conyugal
El pequeño Marc S. A., de seis años, se hallaba ayer en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Sant Pau, en Barcelona, donde fue ingresado tras sufrir graves lesiones internas provocadas por el salfumán que presuntamente su madre le suministró mezclado con un zumo de naranja. La mujer, que también ingirió el líquido corrosivo, se encontraba ayer en el hospital Josep Trueta, en Girona, fuera de peligro y custodiada por los Mossos d"Esquadra, ya que la juez que instruye el caso ordenó su detención. Los hechos ocurrieron el pasado viernes, cuando Ángela A. G., de 31 años, decidió supuestamente acabar con la vida de su hijo. Tras suministrar el salfumán al niño, ella también ingirió esta sustancia con la intención de suicidarse. Según algunas fuentes, la mujer tomó esta drástica decisión tras mantener una fuerte discusión con el marido. Al regresar a casa, sobre las diez de la noche, Miguel Ángel S. G., de 30 años, encontró a su esposa y a su hijo tendidos en el suelo. El niño estaba inconsciente y fue trasladado por el padre hasta el hospital de Girona en su propio coche. Previamente, Miguel Ángel S. G. pidió a un vecino que llamara a la policía municipal para que socorriera a la mujer, que estaba semiinconsciente. A causa de la gravedad de las lesiones internas que presentaba el niño, los responsables médicos del hospital Josep Trueta decidieron trasladarlo al de Sant Pau, donde fue intervenido el sábado. Desde entonces presenta un cuadro de insuficiencia renal y se mantiene con ventilación mecánica. El niño tiene quemaduras graves en el esófago a causa de la ingestión de salfumán. La titular del juzgado número 4 de Girona, Loreto Campuzano, ha impedido a los Mossos d"Esquadra, que han asumido la investigación, que faciliten ningún detalle del caso a los medios de comunicación. Por este motivo, no existe confirmación oficial de la supuesta pelea matrimonial que habría provocado el suceso. Los vecinos del barrio de Can Gibert del Pla, en Girona, donde ocurrieron los hechos, coinciden en señalar que se trata de una pareja "normal" y que no había protagonizado riñas o desavenencias públicas. Una vecina del inmueble aseguró ayer que el viernes no oyó "nada anormal".
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