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El Parlamento suprime los plenos un mes por la campaña electoral

El Parlamento no celebrará sesiones plenarias en todo un mes. Así lo decidió la Junta de Portavoces, en un acuerdo alcanzado por los representantes de todos los grupos parlamentarios. Esta decisión paralizará la actividad de la Cámara, en lo que a la celebración de plenos se refiere, para facilitar la participación de los diputados en las campañas electorales de sus respectivos partidos para los comicios locales y europeos del 13-J. La información no fue facilitada junto con el resto de las decisiones adoptadas por ese órgano en la misma reunión, el pasado 23 de abril. En el reglamento de la Cámara no existe ninguna previsión sobre el particular y la medida no tiene carácter oficial. Fuentes parlamentarias consultadas hablan de "hábito" y "pacto de caballeros" entre los portavoces de los grupos. Esta suspensión somete el ritmo de la actividad parlamentaria a la conveniencia de los partidos políticos, que coinciden todos en el interés de centrar sus recursos en las actividades electorales. La propuesta la realizó el presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, y la decisión se adoptó por asentimiento. El resto de los trabajos, incluida la celebración de comisiones, continuará su ritmo, aseguraron fuentes de la presidencia del Parlamento, que justifican esta decisión en los precedentes de anteriores campañas electorales. La medida tiene la finalidad de descargar de trabajo y dar libertad de movimientos a los diputados, que compatibilizan sus tareas de representantes públicos con las responsabilidades internas en sus partidos, incrementadas en estas fechas a causa de los compromisos electorales. Éstos aumentan a partir de los viernes, día habitual de celebración de los plenos. Las mismas fuentes aclararon que no se trata de una suspensión en sentido formal o reglamentario y que el pleno podría convocarse si se produjera un acontecimiento urgente. Última reunión, 21 de mayo En cualquier caso, la previsión actual es la de celebrar los plenos de los próximos viernes 7, 14 y 21 de mayo y no convocar ningún otro hasta el primer viernes después de celebradas las elecciones, es decir, el 18 de junio. El Parlamento no celebrará una sesión plenaria, por lo tanto, en todo un mes. Salvo que se habilite el mes de julio, la Cámara terminaría su período de sesiones en menos de dos semanas a partir de esa fecha. La misma costumbre, y en parecidos términos de hábito aceptado por todos los grupos, pero en ninguno de los casos contemplado reglamentariamente, observan tanto el Congreso de los Diputados como los parlamentos regionales de otras autonomías, entre ellas Cataluña y Andalucía. Fuentes jurídicas cuestionan, sin embargo, este comportamiento, que somete las necesidades y los ritmos de la institución a los de los partidos políticos y a sus compromisos electorales.

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