Sifre exige que se cumpla el AVEF y Recuenco denuncia las promesas "vacías" del Consell Miles de trabajadores guardan un minuto de silencio por la víctimas en YugoslaviaLos dirigentes sindicales piden a los progresistas apoyo "para tirar a la derecha que nos gobierna"

Las concentraciones de trabajadores en las tres capitales de provincia de la Comunidad Valenciana tuvieron color pacifista. Los miles de manifestantes guardaron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del conflicto en la antigua Yugoslavia y contra el "sufrimiento de los de siempre". Joan Sifre, secretario general de CCOO exigió en Valencia que se cumpla la revisión del Acuerdo Valenciano por el Empleo y la Formación. Rafael Recuenco, por UGT, denunció las promesas "vacías" que reitera Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, obsesionado por la "imagen".

Paz y derechos fue el lema de las pancartas que agruparon a los máximos responsables sindicales en la cabecera de las tres manifestaciones, que también reivindicaron la implantación de la jornada laboral como medida para repartir empleo. En Valencia se concentraron 15.000 personas, según fuentes de la organización, que la Policía Local rebajó a 5.000. Antoni Asunción y Ana Noguera, candidatos socialistas a la presidencia de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, aprovecharon la marcha para dejarse ver arropados por la Federación de Servicios Públicos de UGT. Joan Ribó, candidato de Esquerra Unida, portaba la pancarta de la coalición de izquierdas que desfiló inmediatamente después de las últimas agrupaciones sindicales. Pere Mayor también acudió entre los representantes del Bloc Nacionalista Valencià. Las consignas que se corearon durante la marcha aludieron mayoritariamente a los bombardeos de la OTAN sobre territorio de la antigua Yugoslavia. Los discursos finales fueron precedidos de un impresionante minuto de silencio "por las personas que sufren el conflicto organizado por la OTAN en los Balcanes". Rafael Recuenco, secretario general de UGT del País Valencià, invocó la negociación política para detener el conflicto en los Balcanes que, afirmó, "se debe arreglar desde la Europa social". Pero se volvió rápidamente a territorio valenciano. "A los efectos de algunos todo va bien y los problemas se resuelven mediante el diálogo", dijo, "pero si el diálogo no se dota de contenidos no sirve para nada". Recuenco explicó que "Zaplana sólo pretende proyectar que es de centro" y reiteró que sólo le preocupa "la imagen, la imagen y la imagen" y la manipulación de la Ràdio Televisió Valenciana. El dirigente de UGT aseguró que los populares "no gobiernan, mandan"; lamentó los ataques a los servicios públicos, denunció la precariedad del empleo y la siniestralidad laboral, y pidió apoyo electoral para las formaciones de izquierda.Recuenco se deslizó tímidamente en los problemas internos de los socialistas aunque insistió en la autonomía de UGT respecto de "los señores de la derecha y de los progres que no creen en las organizaciones de izquierda". Y cerró su discurso con una profesión de fe en la capacidad de movilización de la izquierda para "tirar a la derecha que nos gobierna" en las próximas elecciones autonómicas. Sifre, más discreto, invocó la necesidad de contar con "un interlocutor válido" en la Administración autonómica, capaz de asumir las reivindicaciones de los sindicatos, y recordó que los "derechos sociales son ampliamente compartidos por las fuerzas progresistas". El responsable de CCOO denunció el volumen de "la economía sumergida"; pidió una modificación de la normativa de las Empresas de Trabajo Temporal; solicitó atención a los inmigrantes y exigió un estricto seguimiento de la revisión de los acuerdos del AVEF. "Vemos cada día cómo se extienden a nuestro alrededor la precariedad, la vulnerabilidad económica y social de amplios colectivos que padecen una desregulación creciente, altamente rentable y provechosa para los de siempre", dijo Sifre. Y exigió "que el plan de empleo que presentará el gobierno para 1999 parta del análisis y la evaluación de lo que supuso el de 1998 y que rechazamos los sindicatos". La petición del voto para los partidos de izquierda en las próximas elecciones autonómicas fue más explícita en la manifestación celebrada en Alicante, en la que participarron unas 2.500 personas -5.000, según la organización y 600, según la Policía Local-, informa Santiago Navarro. Los secretarios generales de UGT y CC OO en Alicante, Javier Cabo y José de la Casa, respectivamente, coincidieron en sus críticas a la política económica del Consell que controla el PP y pideron a los partidos de izquierda que presenten "programas creíbles e ilusionantes" ante las próximas elecciones autonómicas "porque entonces tendrán el apoyo del movimiento obrero". La manifestación transcurrió sin incidentes y se caracterizó por la amplia presencia de jóvenes y una extensa representanción de políticos y cargos públicos del PSPV, Nova Esquerra y Esquerra Unida, como Antonio Moreno, Ángel Franco, José Antonio Pina, Manuel Alcaraz y Pablo Rosser. En los parlamentos que clausuraron la marcha, tanto José de la Casa como Javier Cabo incidieron en sus llamamientos al PP para que oriente la política económica hacia la creación de empleo estable. "La precariedad del empleo es constatable: sólo el 10% de los contratos de la provincia son indefinidos", dijo De la Casa. "Además, la Admnistración tiene que obligar a la patronal a que cumpla los acuerdos firmados, tanto en el apartado de la contratación como de la salud y seguridad laboral", añadió. El dirigente de CCOO también se refirió en su discurso a la necesidad de que el movimiento obrero se una y coordine en el plano internacional: "Se habla de economía global, pero no se dice nada de globalizar los derechos de los trabajadores", señaló. Javier Cabo, en un tono más agresivo que su colega, pidió la implantación de las 35 horas semanales y el fin de las horas extras para crear más empleo fijo: "Hay que acabar con el mamoneo y la corrupción y crear empleo estable en todos los niveles de la población activa, especialmente entre los jóvenes", dijo. "Tenemos unos sinvergüenzas en el gobierno, que van a trincar lo que pueden. Hay que tener cuidado que luego no se fuguen todos aprovechando su famoso viaje al centro", añadió. Los problemas surgidos en lanegociación colectiva del convenio del sector de la cerámica y la amplia movilización sindical frente a la patronal Ascer se dejó sentir en la manifestación celebrada en Castellón, informa María Fabra. Se congreron alrededor de mil personas, pero la marcha fue la más numerosa de los últimos años. Encarna Barragán, secretaria general de CCOO en Castellón, apenas mencionó lateralmente el convenio de la cerámica y abogó por "acercar posturas" ante la próxima reunión de la mesa de negociación, convocada para el martes. El parlamento de Vicente Mira, máximo responsable de UGT, se centró en la reivindicación de las 35 horas, la necesidad de crear empleo estable y la necesaria regulación de las Empresas de Trabajo Temporal. La Confederación General del Trabajo se desvinculó oficialmente de las manifestaciones convocadas por UGT y CCOO y celebró marchas paralelas. CGT apostó por imponer la jornada laboral de 35 horas por ley. Más información en Páginas 59 y 60