La nueva torre de control de Sondika entra en servicio tres años después de construirse
Tres años después de la conclusión de las obras, ayer comenzó a operar la nueva torre de control del aeropuerto de Sondika. Multitud de problemas, debido fundamentalmente a filtraciones de agua del suelo, han ido retrasando un proyecto que ha absorbido 500 millones de pesetas (3 millones de euros) y es la antesala de la puesta en marcha de la nueva terminal, prevista para el primer semestre de 2000. La otra torre se mantendrá con parte del equipamiento, aunque la dirección de Sondika quiere llevar allí el centro de emisores.
El vuelo Bilbao-Milán, que salió a las 06.50, inauguró ayer la nueva torre de Sondika, que, a semejanza de un halcón que vigila a los aviones, fue diseñada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava. La puesta en marcha ha venido precedida de pruebas realizadas durante esta semana y el traslado de los últimos equipos desde la anterior torre, "que ya está parada", señaló un portavoz del aeropuerto. La nueva instalación mejora el emplazamiento anterior: permite el control de todo el campo de vuelo, al situarse en el centro de la confluencia de las dos pistas y de espaldas al sol. Entre las mejoras, destaca un sistema que presenta por radar los aviones que operan en Sondika. La obra civil finalizó en marzo de 1996 y las autoridades previeron su entrada en funcionamiento en los meses siguientes. Sin embargo, se produjeron filtraciones de agua cada vez que llovía, lo que imposibilitaba la instalación de los equipos electrónicos. Con estos problemas solventados, la demora se trasladó a la adquisición de los equipos y durante el último año se ha anunciado sucesivamente la puesta en marcha sin que se cumpliesen las expectativas. La inversión global en el edificio ha rondado, según la dirección, los 500 millones de pesetas, de los que 350 millones corresponden a los trabajos de construcción y otros 150, a los equipos de comunicaciones. La torre tiene 42 metros de altura y se sitúa frente a la nueva terminal del aeródromo que se está construyendo. La anterior instalación de control no se tocará y "mantendrá parte de los equipos", señalan desde la dirección. Aunque se barajó mantenerla como torre de emergencia para casos de avería, los responsables de Sondika quieren trasladar a su interior el centro de emisores, que actualmente se encuentra en un "lugar bajo" del aeropuerto. Con su puesta en funcionamiento, Sondika da el primer paso hacia su renovación, que culminará con la nueva terminal, al otro lado de la actual. Este edificio, también ideado por Santiago Calatrava, tendrá casi 350 metros de anchura y la forma de una paloma. La inversión supera los 11.000 millones.
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