Sin controlador aéreo

Con lo agitado que está últimamente el mundo aeronáutico, Moguer parece tener un sistema sofisticado que permite que miles de aviones sean capaces de despegar y aterrizar de forma simultánea sin accidentes ni retrasos. Y no sólo eso, también son capaces de volar muy cerca unos de otros e incluso de cruzarse acrobáticamente sin noticia de desastre o de alarma en la sala de control. Todo un portento del que debiéramos encontrar respuestas a nuestros terrenales problemas organizativos. Bajo un sinfín de alero de casas y bloques se ve un hábil y agitado movimiento de pájaros que muchos confunden con las golondrinas. Son en realidad aviones comunes, unos colaboradores insectívoros más eficaces y saludables que los mejores insecticidas. Cazan con precisión y habilidad envidiable, sobre todo, moscas y mosquitos. Aunque inicialmente solían vivir en roquedos, se han adaptado a nuevas costumbres y contribuyen a mejorar nuestras condiciones de habitabilidad. Sus alas son de color negro, el dorso y el culo blancos. Sociable, es capaz de convivir en grandes grupos. Tan sólo necesita cerca tierra húmeda con la que hacer bolitas de barro que mezcla con su saliva para redondear sus nidos en las paredes.