Una campaña con conflictos internos y casos de corrupción

Esta campaña para declarar el impuesto sobre la renta comenzará con una huelga, el próximo 3 de mayo, de los funcionarios del cuerpo de gestión y en un ambiente convulso por los casos de corrupción de altos cargos de Hacienda en Cataluña, pasados y presentes, y las dudas sobre el comportamiento fiscal del ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqué.

El secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, hizo ayer un llamamiento a "la responsabilidad de todos los ciudadanos" para que cumplan sus obligaciones fiscales y no permitan "que situaciones aisladas puedan influir". La Administración tributaria, añadió, tiene 30.000 funcionarios y su actuación "no debe cuestionarse por que exista una investigación abierta sobre irregularidades".

El secretario de Estado aseguró que los controles internos funcionan, y puso como ejemplo la investigación abierta a finales del pasado año al jefe de la Unidad Regional de Inspección en Cataluña, Álvaro Pernas, por presunta extorsión a una serie de empresas.

Medidas contra la huelga

Costa no aclaró si esta investigación responde a una denuncia externa, como sí ha ocurrido en el caso de los ex altos cargos de Hacienda también en Cataluña José María Huget y Ernesto Aguiar, supuestamente receptores de pagos de Javier de la Rosa en Suiza, que han salido a la luz 10 años después. Respecto a la huelga, Costa dijo que la Agencia Tributaria "adoptará todas las medidas necesarias" para que su impacto sea mínimo. Al respecto, mencionó la posibilidad de reforzar la participación de otros colectivos, aumentar la contratación de personal laboral y redimensionar servicios.

La huelga, convocada por el sindicato GESTHA (funcionarios de gestión, inspección y aduanas) para exigir mejoras profesionales, no será secundada por la Asociación de Subinspectores, colectivo en huelga de celo desde hace 15 meses.