Caricias
22.00 / DramaEsp., 1997. Dir.: Ventura Pons. Int.: Rosa María Sardá, Julieta Serrano. Pons insiste en la veta abierta en El porqué de las cosas. Entonces, la inspiración vino de un texto de Quim Monzó al que siguió otro de Jonet i Bernet (Actrices). Ahora es una obra de teatro de Sergi Belbel la que se encarga de dejar atrás, y parece que para siempre, la alegre irreverencia de comedias como ¿Qué te juegas, Mari Pili? La apuesta de Caricias es algo más que arriesgada. Sobre un guión lanzado al límite, donde lo inverosímil se cruza con lo radical, el director rastrea en las geografías desoladas de un callejón sin salida: la gran ciudad. Así dicho, suena a pregón de fiestas, y... para nada. Un total de 11 historias de amor, desamor y simple cariño se entrelazan en un rompecabezas en el que la ternura y el reproche son esgrimidos como armas contra la soledad. En definitiva, y de la mano de un plantel de intérpretes inmenso, Pons construye una pieza tan irregular como vibrante, tan inaudita como vivificadora.
