Un informe demuestra que el 88% de los padres está satisfecho con los profesores de sus hijos

Un estudio elaborado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (dependiente del CSIC) concluye que el 85% de los padres andaluces está satisfecho con el centro en el que estudian sus hijos y no se plantea, por tanto, la necesidad de cambiar de colegio. Un 88% está contento con el profesorado, con la información que éstos transmiten a su hijos y con la atención que les prestan. Y un 84% valora la actividad educativa que se desarrolla en las clases andaluzas y la calidad de la enseñanza. Éstos son los datos que destaca la Consejería de Educación. Pero hay otros.

El estudio se ha elaborado a partir de encuestas presenciales a padres de alumnos de toda Andalucía: 1.200 casos de la enseñanza pública y otros tantos en la concertada. De él se extraen, por ejemplo la opinión de los padres sobre la reforma de la enseñanza: un 44% le da un bien, un un 40% le concede sólo un regular y un 9,2% de los encuestados consideran que la LOGSE es un mal sistema. Los padres "no tienen claro que deban ser ellos los que decidan el paso de sus hijos de un nivel al superior", o sea, el cambio de un curso al siguiente. Creen que eso es una cuestión más técnica que en último caso corresponde al profesor y sólo un 50% de los encuestados ve bien que se integren en una misma clase a alumnos con distintos niveles de formación. Sin embargo, una amplísima mayoría está de acuerdo en que la escolarización sea obligatoria hasta los 16 años y concede igual importancia a la educación en valores y a la formación puramente académica. Así lo explicó ayer Manuel Pérez Yruela, director del Instituto encargado del estudio. En cuanto a la elección de centro, sólo un 5% de los padres, por lo general "de alto nivel de estudios y de renta", buscan un colegio distinto o especial para educar a sus hijos. Los demás los escolarizan en el centro que les corresponde por proximidad. Tanto los que se decantan por la educación pública como los que prefieren la concertada, valoran su elección y la defienden. Hay poco trasvase de un centro a otro de distinta titularidad. El gasto en educación de las familias andaluzas "es de los más bajos de España", con una media anual de 53.000 pesetas, una cifra que en la concertada se eleva hasta las 70.000 y en la pública baja hasta 45.000 pesetas al año. Los libros se llevan la mayor parte del presupuesto que siempre es más elevado a medida que avanza el nivel de estudios. El estudio destaca el esfuerzo de las familias en municipios pequeños, y con rentas no muy elevadas. En este contexto se observa, sin embargo, que los padres invierten en la educación de sus hijos "cantidades relativamente altas". Actividades extraescolares. En este capítulo se pone de manifiesto que los padres de la enseñanza pública detectan que en sus colegios hay menos actividades extraescolares que realizar y esto se convierte en una de sus demandas. Incluso estarían dispuestos a participar en la organización de éstas o a pagar (un 50% de los encuestados) para que se organicen. Otro de los achaques que los padres le ven al sistema público es las deficientes infraestructuras, "la dotación de los centros, en los colegios públicos se demanda una mejora de las instalaciones", explicó Pérez Yruela. En los centros concertados el grado de satisfacción hacia estos aspectos es "ligeramente mayor". Sin embargo, la gran mayoría valora la información que reciben del colegio en materias como calificaciones, marcha de los alumnos, así como por la actividad educativa y el profesorado. Pero no se consideran bien informados acerca de la situación económica en que se encuentran los centros de estudio. La jornada escolar, una nueva orden que ha preparado la Consejería y que en estos momentos se está debatiendo entre la comunidad educativa en busca de consenso, ha sido otro de los temas sobre los que han opinado los padres que en su mayoría (dos tercios) prefieren que sus hijos tengan clase sólo en horario de mañana, "o en todo caso con una o dos tardes". A la vista de estos resultados sobre la jornada escolar, el consejero de Educación, Manuel Pezzi, considera que si, al final del debate hay cambios sobre lo establecido, estos deberán ser "muy medidos y nada bruscos". "La mitad más uno de los padres del colegio deben estar de acuerdo para cambiar la jornada", dijo Pezzi. Eso es lo que está previsto.