Jugovic y Valerón estarán al menos un mes y medio de baja
Las pruebas radiológicas confirmaron ayer los peores pronósticos para el Atlético: Jugovic y Valerón dijeron prácticamente adiós a la temporada. El yugoslavo sufre "una rotura casi completa del tendón del conjunto del bíceps femoral y el músculo semitendinoso de la cara posterior del muslo izquierdo" y permanecerá de baja al menos durante un mes y medio. Aproximadamente el mismo tiempo que estará fuera de los terrenos de juego Valerón, que padece "una rotura horizontal del cuerno posterior del menisco interno de la rodilla derecha". Ambos se lesionan justo cuando Radomir Antic creía haber encontrado en ellos la pareja central idónea para equilibrar el equipo en el centro del campo.
Siempre con tendencia al fatalismo, el Atlético ha rizado el rizo esta temporada en lo que a lesiones se refiere. Primero fue la epidemia de percances musculares, vinculada directamente a Sacchi y sus sistemas de entrenamiento (Chamot, Aguilera, Jugovic, Bejbl, Lardín...); luego, la maldición de los delanteros, que se fueron rompiendo progresivamente (Kiko, Correa, José Mari...); y ahora, con la plantilla bajo mínimos, son Valerón y Jugovic los que van a la lona.
"Esta rotura", declaró ayer a la agencia Efe un resignado Jugovic, "es peor que la rotura que sufrí en el mes de diciembre. Prácticamente se me acaba la temporada. Es un año para olvidar. Pero es normal que surjan estas lesiones cuando uno no ha tenido un solo descanso en diez años, con sólo 15 días de vacaciones después de un Mundial". La del domingo fue la quinta lesión de Jugovic en la temporada: ya había sufrido dos esguinces de tobillo, una rotura fibrilar y una contractura. "Cuando uno cambia de país, de club... esto influye; he intentado darlo todo y no esconderme, pero así suceden estas cosas", se disculpó el jugador por su tendencia a la enfermería.
¿Quién organiza?
Con siete jornadas por delante y la promoción a cuatro puntos, estas dos nuevas lesiones agravan sobremanera el panorama del Atlético. Antic tendrá que dar nuevas vueltas a la cabeza para encontrar una solución táctica a la debilidad del equipo: tras fracasar con el 4-4-2, con centro del campo en rombo y Valerón de pivote, el serbio creía haber encontrado la fórmula buena en el 4-2-3-1 que utilizó ante el Barcelona, con Valerón de organizador supremo y Jugovic de guardaespaldas. Si el problema hace unas semanas era que no había en la plantilla nadie que pudiera marcar goles, ahora, recuperado José Mari y fichado Juan González, radica en encontrar quién se encargue de la elaboración del juego. De mantenerse el nuevo sistema, sólo habría tres candidatos para asumir la zona central: Venturín, Mena y Baraja. Ninguno tiene el manejo de pelota que los dos lesionados. Antic señalaba hacia la posesión del balón y la renuncia al pelotazo como claves para la salvación del Atlético, pero ya no hay otra: o el balón descansa en el individualismo de Juninho o se prescinde del trámite del centro del campo y se busca con envíos largos a los delanteros.
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