De Palacio reconoce que Castellón necesita un trasvase del Ebro

"Compromisos, no hay". Ésta fue la afirmación más repetida por los representantes de asociaciones agrarias, ganaderas y pesqueras que ayer se reunieron con la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, para exponerle sus reivindicaciones. La ministra dijo que "no hay discusión" sobre la necesidad de que llegue agua a Castellón y abogó por un "minitrasvase" del Ebro.

A una semana de dejar su cargo como responsable de la cartera de Agricultura, De Palacio acudió a Castellón a un encuentro que agradecieron los convocados, aunque lo calificaron de "testimonial". Loyola de Palacio escuchó a las organizaciones agrarias (Fepac-Asaja y Unió de Llauradors), a la Asociación de Exportadores, a la Unión de Cooperativas y a la Cofradía de Pescadores. Además, acudieron a la cita representantes de la Diputación y los diputados y senadores por Castellón. En total, más de una treintena de personas, cuyas voces habían de hacerse oír en poco más de dos horas. Al final, De Palacio enunció las conclusiones extraídas del encuentro: la disposición del ministerio a reforzar su apoyo en la lucha contra la tristeza; la necesidad de concentrar parcelas para evitar minifundios; la apuesta por el seguro agrario; las posibles ventajas fiscales para los afectados por la sequía y una afirmación tajante: "Desde el punto de vista agronómico no hay debate ni discusión" sobre la necesidad y los beneficios del trasvase de los excedentes del agua del Ebro a las comarcas de Castellón. Así, la ministra habló de la confluencia de distintos problemas y de diversas necesidades en infraestructura e indicó que "lo más razonable" sería un "minitrasvase", "no grandes cantidades y volúmenes, sino algo como lo de Barcelona", indicó. De Palacio hizo, además, hincapié en la necesidad de consolidar los regadíos existentes, que considera "insuficientes". En el caso de la lucha conta el virus de la tristeza, Loyola De Palacio prometió apoyo pero recordó que es competencia exclusiva de las comunidades autónomas. Una de las premisas que la responsable de Agricultura reiteró como condición primordial para rentabilizar las explotaciones, sobre todo citrícolas, es la concentración de parcelas. La ministra, en contra de los minifundios "que impiden la explotación rentable", llegó a plantear la posibilidad de imponer un tamaño de parcela mínimo para beneficiarse de las ayudas. Sobre las ventajas que se ofrecerían para evitar el minifundismo, De Palacio anunció que se estudiará la posibilidad de dejar exento de derechos de transmisiones a aquellas permutas, incluso ventas, que estén encaminadas a incrementar las dimensiones de una explotación. La ministra añadió que las ventajas podrían ampliarse hasta el derecho de sucesión, para evitar la división de las fincas y favorecer la concentración sobre el heredero. El análisis de estas posibilidades, según dijo, se llevará a cabo el próximo mayo para que en otoño comience la redacción de un libro blanco que lleve a la presentación de una proposición de ley en el 2000.