La oposición se suma a las críticas de Unió contra la falta de pluralismo de la televisión catalana
"Con socios así no hacen falta enemigos", comentaban ayer algunos convergentes en los pasillos del hotel Campus, en pleno corazón de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), donde se reunió el consejo nacional de Convergència Democràtica de Catalunya. Y es que la oposición se sumó a las críticas lanzadas por el socio de Convergència, Unió, que por medio de su líder, Josep Antoni Duran, arremetió contra la falta de pluralismo en la televisión autonómica. Jordi Pujol recordó a sus compañeros de coalición que, según las encuestas, TV-3 es la televisión más plural.
Pujol presentaba ayer un aspecto cansado y estaba algo malhumorado. No era de extrañar. El consejo nacional de su partido, que se preveía distendido y apacible, se desarrolló bajo el signo de la polémica lanzada nada menos que por su socio de coalición, Unió Democràtica. Duran había dicho el sábado: "Si alguien ve sólo TV-3, puede pensar que no tenemos candidatos, que me he ido de vacaciones y estos días no trabajo". Y añadió: "A las críticas que habitualmente hago de TV-3 debo añadir ahora la falta de respeto y de la pluralidad política". Así que el mensaje de optimismo electoral que ayer lanzó Pujol quedó amortiguado por sus propios socios de coalición. Y Convergència Democràtica (CDC) cedió el protagonismo a la oposición, que apareció en escena gracias a la trampilla abierta por el propio Duran. Tanto el PP como el Partit dels Socialistes (PSC), Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) y el Partit per la Independència (PI) abonaron las tesis del líder democristiano. El alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, aseguró que "a Duran Lleida no le falta razón". El líder de los populares catalanes, Alberto Fernández Díaz, animaba a los democristianos de Unió a llevar sus críticas hasta el final. "Si Duran Lleida es consecuente, que lleve sus críticas hasta el final, bien en el Parlamento de Cataluña, bien en la Corporación Catalana de Radiotelevisión; de otra manera, entenderemos que Duran busca sólo su cuota en la televisión autonómica", aseguró Alberto Fernández.
Imma Mayol, de IC-V, se sumó a las críticas del líder democristiano y dijo que su formación "denuncia desde hace años esta situación". Pilar Rahola, del PI, aseguró que, a su juicio, Duran es la persona que más ha salido en TV-3 "después de Jordi Pujol".
Las críticas lanzadas por Duran suponen, a juicio de algunos dirigentes de la coalición nacionalista, un salto cualitativo sin precedentes en las relaciones que mantienen los partidos que integran CiU. "El asunto no quedará zanjado hasta que se solucione la cuestión de quién va de número dos en las listas autonómicas", manifestaba un dirigente de Unió. Convergència rechazó el año pasado que el líder democristiano fuese de número dos con derecho sucesorio de Pujol en las elecciones catalanas del próximo otoño.
CDC, por su parte, está dispuesta a aguantar los embates de sus socios y por el momento no cederá. "El problema con Unió [además del número dos de Duran] es que atraviesa un mal momento como partido y son conscientes de que, hagan lo que hagan, nosotros seguiremos tirando del carro de la coalición", afirmó un dirigente de Convergència. Todo eso en los pasillos, porque en la conferencia de prensa posterior al consejo nacional de CDC se escenificó la normalidad. El presidente del partido, Jordi Pujol, y el secretario general de Convergència, Pere Esteve, evitaron entrar en la polémica. Pujol dijo que se preocuparía "si TV-3 no fuese plural" y Esteve recordó que las encuestas subrayan la objetividad del canal autonómico catalán.
El secretario general presentó la lista europea y el programa para el Parlamento de Estrasburgo de CDC, que fueron ayer refrendados con una sola abstención, mientras Pujol aseguraba que las encuestas eran muy positivas. El presidente de la Generalitat consideró superado el efecto Maragall, el tirón del candidato socialista a la Generalitat. Queda por ver si el efecto Duran también será superado en breve.
