_
_
_
_
_
MOTOCICLISMO Gran Premio de Japón

No hay quien pare a Kenny Roberts

El piloto de Suzuki gana el Gran Premio de Japón y los españoles no consiguen podio en 500

El Gran Premio de Japón de motociclismo tuvo dos protagonistas: el piloto estadounidense Kenny Roberts (Suzuki), vencedor de la carrera de 500, y la lluvia. Los españoles estuvieron bien sobre mojado, pero su botín no resultó tan vistoso como el obtenido la semana pasada en Malaisia. Emilio Alzamora (Honda), tercero en 125, repitió visita al podio, mientras que Àlex Crivillé (Honda), Sete Gibernau (Honda) y Carlos Checa (Yamaha) fueron cuarto, quinto y sexto, respectivamente, en la categoría reina.

Kenny Roberts volvió a escribir una página sorprendente en su historial. Partiendo desde la pole position, logró su segunda victoria consecutiva, la segunda de su vida, deslumbrando a toda la competencia. Manda ya claramente en el Mundial y parece convertirse en el hombre al que batir.

Más información
Alzamora salva el honor al ser tercero

Si en Malaisia el joven californiano ganó con autoridad a 30 grados a la sombra, ayer, bajo el diluvio, repitió su prestación. Se escapó al principio y nadie le vio el pelo. El pentacampeón Mick Doohan llegó a casi cuatro segundos, tras una frustrante persecución. "Esto es como un sueño", comentó el estadounidense.

Todo el mundo se pregunta ahora las causas de tan inesperada hegemonía. Suzuki llevaba tiempo sin sobresalir y Roberts, en cuatro años en el Mundial, nunca había destacado. Sin embargo, su reciente unión resulta imparable hasta el momento. Ayer el hijo del legendario tricampeón King Kenny mostró la sangre fría de un veterano para resistir el intento de recuperación de Doohan, con vuelta rápida incluida, mediada la prueba.

Los españoles

Esta vez los españoles no consiguieron pelear por subir al cajón, pero se defendieron con dignidad para mantener alto el cartel con vistas a la próxima carrera, que disputarán como locales el 9 de mayo en Jerez. Checa se presentará ante la afición española como tercero del campeonato y Crivillé es ahora cuarto. El Mundial, sin embargo, se tiñe del color azul de la Suzuki número 10 que pilota Roberts después de dos grandes premios. "En Honda tenemos que hacer algo, porque la moto no va muy bien", se quejó Doohan tras ser testigo de la exhibición de un rival al estilo de lo que él ha hecho tantas veces últimamente.

En Yamaha también reconocen su retraso. "Continuamos progresando", dijo Checa, "pero ésta era la primera vez que corríamos con la nueva moto sobre mojado". El piloto de Sant Fruitós salió bien, pero perdió gas a medida que avanzaba la carrera. Tanto Gibernau como Crivillé le adelantaron, pero superó a su compañero Max Biaggi. Los dos pilotos españoles del equipo Repsol-Honda se pelearon por la cuarta posición hasta la línea de meta, aunque alejados del tercer lugar que ocupó el japonés Norick Abe, piloto del equipo que dirige el recientemente retirado Luis D"Antín. Crivillé adelantó a su amigo Gibernau con la bandera a cuadros a la vista, sobre todo porque se le gastaron los neumáticos a la moto bicilíndrica de Sete, menos penalizada por su potencia inferior bajo la lluvia. "Ha sido una carrera difícil", reconoció Crivillé, que partía desde la tercera fila. "Lo importante era sumar puntos, porque ahora llegan los circuitos favorables para nosotros". Gibernau, por su parte, dijo: "Estoy cabreado porque es duro aceptar que alguien te pase en la última vuelta. Pero he hecho una buena carrera a pesar de tener un problema con el acelerador". La intensa lluvia provocó numerosas caídas. Sin embargo, en 500 todos los españoles terminaron, y en cuanto a los puntos, Borja (Honda) se clasificó 11º y Cardoso (Honda) 14º.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_