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Cascos reprocha a las eléctricas sus críticas a la reducción de tarifas

Íñigo de Oriol reitera que la medida ha causado sorpresa y preocupación en el sector

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, reprochó ayer a las compañías eléctricas sus críticas a la reciente decisión del Ejecutivo de imponer un recorte adicional del 1,5% en la tarifa eléctrica para aliviar el rebrote de la inflación y que omitan, sin embargo, la reducción de cargas financieras que ha supuesto para estas empresas, con un "colosal" endeudamiento, el recorte en cinco puntos de los tipos de interés desde que gobierna el PP.

Álvarez Cascos señaló ayer en La Felguera (Asturias) que el balance de la política económica del Gobierno es "extraordinariamente positivo" para las compañías eléctricas y para los demás sectores de la sociedad a los que el Ejecutivo les ha pedido sacrificios, "empezando por los funcionarios".

"Sería extraño que cuando un Gobierno toma medidas que significan esfuerzo y sacrificio, se aceptaran con satisfacción por los sectores afectados", manifestó Cascos, quien recordó a las eléctricas que "si hoy las empresas se benefician de la reducción de costes estructurales, de impuestos y de tipos de interés, es porque el Gobierno empezó pidiendo sacrificios a los funcionarios, a quienes se les congelaron los ingresos durante varios años", y que éstos, recordó, "aceptaron ejemplarmente". Estas renuncias, según el vicepresidente, permitieron un control de la inflación del que se han beneficiado las compañías. "Ya sé que [las empresas eléctricas] no van a sacar un gran comunicado diciendo lo bien que les va con la política de Aznar y que, sólo con la bajada de tipos de interés, dado su colosal endeudamiento, les ha hecho felices".

Varias compañías eléctricas, entre ellas Iberdrola e Hidroeléctrica del Cantábrico, expresaron en los últimos días su malestar por la rebaja adicional de las tarifas eléctricas decidida por el Gobierno hace una semana del 1,5% para 1999 y que se suma al 1% pactado previamente entre la Administración y las empresas. Éstas reprochan al Ejecutivo que se pidan más sacrificios a un sector que ya ha hecho un gran esfuerzo para contribuir al control de la inflación, y no a aquellas actividades que más están contribuyendo al incremento del IPC.

Incertidumbre

También reprochan el carácter unilateral y no consensuado de la decisión, lo que a su juicio establece un precedente preocupante, porque quiebra el espíritu de acuerdo que había imperado hasta ahora en las relaciones con las autoridades económicas, y una incertidumbre sobre el sector, que está siendo ya penalizado en los mercados bursátiles. Precisamente ayer, el presidente de Iberdrola, Íñigo de Oriol, volvió a reiterar que la bajada de tarifas en el sector eléctrico "no ha causado sorpresa y preocupación". Oriol, que se dirigía a la junta de accionistas celebrada ayer en Bilbao, comentó que es difícil encontrar una mayor contribución al control de la inflación en la economía española que la aportada por el sector eléctrico.

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