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Jesús Franco cree que la industria obliga a "prostituirse" a los nuevos cineastas

Maribel Marín Yarza

El realizador Jesús Franco (Madrid, 1936), uno de los directores más prolíficos del cine español, siempre crítico, revolucionario y denostado por gran parte de la cinematografía española, volvió a desnudar ayer en San Sebastián su opinión sobre esta industria en España. "El cine, al convertirse en negocio, ha caido en unas manos pésimas, las peores. Ya es hora de que la gente pueda salir adelante en esta profesión sin prostituirse". Franco presentó en la capital guipuzcoana Marie Cooki y la tarántula asesina, uno de sus últimos largometrajes que se proyecta hoy en la casa de cultura Larrotxene, dentro de la IV Muestra de Vídeo. El realizador, que ha conectado como pocos con la cultura juvenil alternativa, trabaja en la actualidad con la productora norteamericana One Shot y ha rodado sus dos últimas películas en vídeo digital, un sistema que reivindicó ayer con insistencia. "La calidad del vídeo digital es incluso mejor que la del cine", dijo. "Ofrece la misma percepción de la imagen y el sonido pero es mucho más barato y accesible". En todo caso, este medio no se ha popularizado todavía en España. En Estados Unidos crece paulatinamente, pero "tardará en llegar a España". "Oscurantismo" A jucio de Franco, se está produciendo un cambio en el modo de difundir el cine, debido a que la gente dispone cada vez más de pantallas en su casa. En todo caso, a la dificultad de cambiar los hábitos de la gente se suma la propia resistencia de la industria cinematográfica, según Franco. "A todo el aparato del cine no le interesa que se sepa de la existencia del vídeo digital". A su juicio, su consolidación "daría una salida a gente que hace proyectos mejores que los que se hacen actualmente y prefieren el oscurantismo porque de otro modo podría desaparecer su negocio". La crítica de Franco no sólo alcanza a ese posible instinto de defensa y conservación. Considera que la industria del cine está obligando a "prostituirse" a la nueva generación de realizadores. Y puso como ejemplo a Álex de la Iglesia: "Era cojonudo, pero se está dejando llevar por una industria que está reduciendo su potencial". Lo mismo opina de Santiago Segura a partir del éxito de su Torrente, el brazo tonto de la ley, por entrar en "el juego de la producción oficial". Para Franco el cine tiene, entre otras cualidades, "la posibilida de ser el mejor show del mundo", pero en su contexto actual se encuentra "atrasadísimo con respecto a las otras artes". El realizador, que ha rodado gran parte de su filmografía fuera de España, ha encontrado ahora su lugar en Málaga. Franco, autor de más de 170 cintas, realizó su declaración de independencia en momentos difíciles de la historia de España, cuando insistió en su lucha contra la censura franquista. Durante varias décadas ha llevado el terror y el sexo a todas las pantallas y ahora prepara una película que protagonizará Chris Mitchum.

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