Balza avala la investigación interna a un agente por delinquir en el barrio chino

El consejero de Interior, Javier Balza, confirmó ayer que la Ertzaintza ha realizado en el barrio chino de Bilbao una investigación interna a uno de sus agentes por un presunto delito mientras estaba de uniforme. Interior remitió ayer al Juzgado de Guardia de la capital vizcaína el atestado policial, que incluye grabaciones de las supuestas conductas delictivas. El juez declaró ayer mismo el secreto de sumario del caso.

El consejero de Interior confirmó el operativo desplegado por la policía vasca en el barrio de las Cortes, destapado esta semana a raíz de un robo de dos cámaras situadas en uno de los inmuebles utilizado por los agentes para la investigación. El presunto ladrón es confidente de la policía en la zona. El dispositivo, centrado en una de las furgonetas de la Ertzaintza que habitualmente se encuentra aparcada en la calle Cantera, ha permitido a Interior grabar supuestamente las conductas delictivas de un agente uniformado. Aunque algunas fuentes han relacionado la investigación con el informe presentado recientemente al Parlamento por el Ararteko, Xabier Markiegi, que detalla conductas policiales que atentan contra los derechos fundamentales de las personas identificadas en la zona, Balza no confirmó este extremo ni especificó el supuesto delito cometido por el agente investigado. El Defensor del Pueblo vasco detalló en su informe de 1998 la existencia de irregularidades de la Ertzaintza y la Policía Municipal bilbaína en esa zona, como el empleo de violencia en el momento de abordar a las personas para identificarlas. El documento revela que los policías insultan o colocan la porra en la garganta de las personas identificadas o les conminan a desnudarse total o parcialmente. Balza estaba ayer visiblemente molesto en los pasillos del Parlamento vasco por lo que considera una "actitud irresponsable" del sindicato mayoritario de la policía vasca, Erne, por haber "filtrado" una investigación policial en curso a un agente. "Además de sindicalistas, los responsables de este sindicato son policías y no es entendible que trasladen a los medios de comunicación una investigación que se está desarrollando y que hemos tenido que cerrar policialmente antes de lo que hubiéramos querido", indicó el consejero. Interior decidió ayer remitir al juez todo el material que obra en la investigación. Entre la documentación entregada al Juzgado de Guardia de Bilbao, Interior asegura que existen grabaciones de las conductas delictivas del agente. La investigación ha caído como una auténtica bomba entre los ertzainas destinados en Bilbao la Vieja, una de las zonas más degradadas de la capital vizcaína, que cuenta con una importante colonia de inmigrantes, prostitutas con problemas de toxicomanía, proxenetas y narcotraficantes de bajo nivel. Varias asociaciones vecinales y ONG han criticado desde hace décadas el abandono del barrio y los problemas de narcotráfico que padece. De hecho, algunos agentes han pedido explicaciones a sus respectivos jefes de servicio y el portavoz del sindicato Erne, Iñaki Castro, trasladó el pasado miércoles al número dos de Interior, Mikel Legarda, las protestas por lo que consideran una actitud de sospecha por parte del Departamento de Interior hacia la labor de los ertzainas que operan en la zona. Balza negó ayer este extremo. El consejero aseguró también que en "este caso no es aplicable la normativa sobre videovigilancia" aprobada tanto por el Gobierno español como por el Ejecutivo vasco. El decreto que entró en vigor el pasado lunes, tras su publicación en el BOE, indica que las zonas con cámaras fijas de videovigilancia deben estar señalizadas con placas informativas y que este tipo de dispositivos deben contar con el pertinente permiso de la autoridad competente. En la reglamentación aprobada en Euskadi, la encargada de autorizar el dispositivo es la Comisión de Videovigilancia, que preside el presidente del Tribunal Superior, Manuel María Zorrilla.