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Bilbao reducirá este año en 2.000 pisos su parque inmobiliario municipal

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El Ayuntamiento de Bilbao tendrá vendidas para el próximo otoño cerca de 2.000 de las 3.683 viviendas municipales que dispone en Otxarkoaga, uno de los barrios más humildes de la capital. Desde 1998, su parque municipal de 7.000 pisos -el mayor del País Vasco y España- se ha reducido en 1.084 viviendas y para octubre se prevé la venta de otro millar. El precio medio de compra se sitúa en 2,1 millones de pesetas para inquilinos que llevan hasta 40 años habitando estos pisos.

Las llamadas viviendas municipales de Bilbao fueron promovidas a mediados de siglo por el Gobierno franquista para frenar el chabolismo y facilitar un hogar a personas sin recursos. El proyecto consistía en que los inquilinos pagasen a plazos su piso para que pasase a su propiedad en un futuro. Sin embargo, ante la falta de liquidez económica, la gran mayoría optó por el alquiler. Con la cesión de las viviendas al Ayuntamiento y la entrega del título de propiedad a quienes pagaron a plazos, empezaron los problemas. Los inquilinos reclamaron idénticas prerrogativas y finalmente, tras un bloqueo que se prolongó a lo largo de 1997, se decidió ofrecer la opción de compra a todos. Tras haberse formalizado anteriormente la venta de cerca de 800 viviendas en Otxarkoaga, en octubre se retomó la operación para reducir el parque de 6.281 pisos que existía en esa fecha. En estos seis meses se han entregado las escrituras de cerca de 300 viviendas, una cifra lejana de las casi 1.500 que se habían barajado en este plazo desde el departamento de Bienestar Social. "Hemos tenido problemas en la gestión, porque se nos pidió que los trámites se hicieran por distintos notarios en turnos, pero ya estamos en un ritmo de 45 al mes", señala Begoña Gil, concejal de Bienestar Social. La edil bilbaína revela que en seis meses se prevé formalizar la venta de otro millar, puesto que 406 están pendientes de escriturar y 501 inquilinos han mostrado su acuerdo en la compra y sólo resta la firma del contrato privado. "Esperamos vender el 60% de las que tenemos en Otxarkoaga, que totalizan 3.683". El 40% restante seguirá en el régimen de alquiler. El Ayuntamiento estima que obtendrá cerca de 2.000 millones de pesetas en esta operación, que invertirá en la construcción de nuevas viviendas. El precio medio de venta -se calcula en un 50% sobre la renta que paga el inquilino y el 50% restante según el valor del mercado- se está situando en casi 2.130.000 pesetas y se han establecido cláusulas contra la especulación: no se pondrán vender en diez años y, en caso contrario, el Ayuntamiento se reserva la facultad de volver a adquirir los pisos. "Somos conscientes de que así y todo puede haber picaresca. De hecho, hemos observado que, a diferencia de antes, cuando se jubilaban y entregaban las llaves para irse a otros lugares, ahora hay menos personas que lo hacen", dice Begoña Gil. Para el año 2000, el Ayuntamiento acometerá la venta de las otras casi 3.000 viviendas municipales desperdigadas en otra docena de barrios. En estas zonas, a diferencia de Otxarkoaga, la valoración del patrimonio no está concluida, lo que impide el inicio de los trámites de venta.

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