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Maragall advierte de que en Cataluña puede "politizarse la frustración"

Enric Company

Tres políticos con ambiciones, como les definió Daniel Gavela, director de la Cadena SER, hablaron ayer sobre la relación de Cataluña con España. El conservador Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid, invitó a Cataluña a competir con Madrid por el liderazgo del proyecto común español. Josep Antoni Duran Lleida, de CiU, sostuvo que para eso habría que aclarar primero si se puede querer a dos naciones a la vez. Y el socialista Pasqual Maragall advirtió que en Cataluña hay ahora un riesgo de "politización de las frustraciones" nacionalistas.

El aviso de Maragall puso una nota de alarma en el coloquio Hablemos de Cataluña en Madrid, organizado por el Círculo de Debates. El aspirante a desbancar a Jordi Pujol de la presidencia de la Generalitat defendió su idea de que el catalanismo debe ofrecer una propuesta global para España. Y dejó claro que su programa federalista, que expuso sumariamente, tiene también esa ambición. Pero Maragall agregó que ahora, tras un siglo de catalanismo político, "hay en Barcelona poder político suficiente para reafirmar la acritud respecto a España" acumulada en las décadas de falta de libertad. Pero añadió que, al revés de lo que sucedía a principios de siglo, "en Madrid hay suficiente poder económico para [poder] ignorarlo". El riesgo que se corre es, sostuvo, "que se politice la frustración industrial y económica", producida por el hecho de que Madrid le haya arrebatado la capitalidad económica de España.

A esta potencia de Madrid como región económica se había referido Ruiz-Gallardón. Además, el presidente madrileño apuntó que más que "relectura" de la Constitución, como proponen Maragall y Duran Lleida, cree que debe haber una "lectura inteligente" de ciertos aspectos. También Madrid, dijo, necesita capacidad normativa en materia fiscal para competir.

Duran Lleida pidió, después de dejar claro que siempre ha defendido la participación de Cataluña en España, que los grandes partidos españoles dejen de utilizar el nacionalismo catalán como enemigo exterior según sea la coyuntura parlamentaria.

Emilio Lamo de Espinosa, catedrático de la Universidad Complutense, aportó una valoración positiva de los avances logrados en los últimos 20 años en la evolución de los problemas nacionalistas en España. Pero señaló que en su opinión no han sido suficientes para encauzar al nacionalismo vasco, catalán y gallego. Luego precisó que lo más criticable de estos nacionalismos es que "piden en España reconocimiento de la pluralidad, pero no la practican en sus propias comunidades".

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