Bonn acepta la fusión de Telecom Italia y Deutsche Telekom, pero bajo control alemán

El Gobierno alemán está dispuesto a fusionar la compañía de telecomunicaciones Deutsche Telekom, en la que posee un 74%, con su homóloga Telecom Italia, sin renunciar a los derechos de voto que ahora tiene en la operadora germana y si en el grupo resultante mantiene entre un 56% y un 60% de las acciones. Bonn rechazó ayer las exigencias de Telecom Italia para garantizar una "fusión entre iguales", pero aseguró que no interferirá en la negociación para crear el primer grupo mundial de telefonía. El Ejecutivo italiano respondió que evaluará la postura de Bonn.

"Mantenemos un número determinado de acciones [en Deutsche Telekom] y no vemos razón alguna para limitar nuestros derechos de voto", afirmó un portavoz oficial del Ministerio de Finanzas alemán respecto a las exigencias planteadas por el Consejo de Administración de Telecom Italia en la noche del martes para continuar las conversaciones.

Los italianos, apremiados por la oferta pública de adquisición (OPA) hostil lanzada por Olivetti sobre la totalidad de sus acciones —por 68.000 millones de euros—, se han buscado un aliado por el que no quieren verse dominados, pese a la disparidad de tamaño entre uno y otro. No será fácil. El valor en Bolsa de las acciones de Deutsche Telekom se calcula en 105.128 millones de euros (17,5 billones de pesetas), mientras que el de la operadora italiana ronda 64.100 millones de euros (10,66 billones).

El Gobierno germano, que controla el 74% de Deutsche Telekom, no está dispuesto a perder poder como consecuencia de la fusión ni a acelerar el calendario previsto para la privatización del antiguo monopolio de telefonía.

Límites a la privatización

De hecho, el Ministerio de Finanzas recordó ayer que la ley impide al Gobierno vender la participación del Estado antes del próximo año. "El horizonte de privatización está claramente definido", afirmó el portavoz oficial. El Ejecutivo alemán aseguró, no obstante, que está dispuesto a aceptar un reparto equilibrado del consejo de la futura sociedad conjunta, en la que, según fuentes conocedoras de la negociación, aspira a tener entre un 56% y un 60% del capital.

Un portavoz oficial de Deutsche Telekom afirmó que el Consejo de Administración de la compañía alemana "saluda la decisión de Telecom Italia [de aprobar la fusión]" y aseguró que "las conversaciones van a continuar", pe se a las dificultades encontradas.

La frialdad germana contrasta con el renovado optimismo del consejo italiano sobre la marcha de las negociaciones para la creación de un gigante que tendrá más de 300.000 empleados y facturará por encima de 9,8 billones, tan sólo precedido en ventas por la japonesa NTT. El órgano de decisión de Telecom Italia, del que forman parte el Estado (3,4%) y un núcleo de accionistas de referencia (6%), asegura haber recibido garantías sobre una fusión equilibrada antes de dar luz verde a las conversaciones.

Respuesta italiana

A última hora, el Gobierno italiano introdujo más confusión al afirmar que está evaluando las informaciones que llegan de Bonn. El vicepresidente del Gobierno, Sergio Materella, insistió en que las condiciones "irrenunciables" del acuerdo son "la naturaleza privada de la iniciativa" y "la participación en condiciones de igualdad en la gestión y la propiedad" de la futura sociedad.

La operación, que será sometida por Bruselas a profundo examen, ha encontrado un fuerte rechazo entre los competidores de Deutsche Telekom. La Asociación de Operadores de Telecomunicaciones y Servicios Añadidos (VATM) alemanes ve en ella un "ataque a todo el mercado europeo de telecomunicaciones", según un comunicado. La nota recuerda que el volumen anual de negocios del nuevo grupo superará el valor total del mercado alemán, 52.282 millones de euros.

Las acciones de DT perdieron ayer un 0, 35% en la Bolsa de Francfort, y las de Telecom Italia, que permanecieron suspendidas los pasados lunes y martes, ganaban un 0,57% en Milán.