Ruiz-Gallardón promete ahora lo que dos de sus consejeros olvidaron durante cuatro años

Alberto Ruiz-Gallardón ejerció ayer de presidente regional y candidato del PP a repetir en el cargo. En sus visitas institucionales a la Fundación ONCE y al primer Foro Internacional del Reciclado anunció medidas que, durante sus cuatro años de mandato, olvidaron ejecutar dos de sus consejeros. Ruiz-Gallardón prometió ayer ascensores en la estación de metro de Sol para facilitar el acceso de minusválidos, una obra presupuestada en 1997 y empantanada desde entonces. Su consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, no ha ejecutado aún ese proyecto.

Y no será por falta de experiencia para llevar a cabo la tarea, pues Cortés, en cuatro años, ha gastado más de 150.000 millones de pesetas y ha inaugurado más de 50 kilómetros de nuevo metro con estaciones cargadas de ascensores por todas las esquinas. El proyecto previsto en la estación de Sol cuesta algo más de 100 millones de pesetas. Los problemas que acarrearía la obra en el corazón de la ciudad han desanimado al consejero, que lleva dos años sin decidirse a dar la orden, según ha confesado. Ayer, Ruiz-Gallardón prometió los ascensores en Sol, aunque sólo podrá cumplir esa medida si gana las próximas elecciones del 13 de junio.

El presidente regional y candidato del PP colocó su compromiso en el discurso de clausura de unas jornadas sobre el derecho de los discapacitados a acceder al transporte público y privado organizada por la Fundación ONCE. "Los poderes públicos no podemos ser meros espectadores ante el problema de accesibilidad que sufren los minusválidos. Entre las actuaciones que ha acometido la Comunidad destacan las condiciones de acceso que hemos incluido en las estaciones de los kilómetros de metro construidos en esta legislatura y que extenderemos al resto de la red desde la estación de Sol. Para ello, y dado el elevado número de estaciones, será necesario trabajar durante toda la próxima legislatura", discurseó.

Después siguió su agenda de promesas electorales durante otra visita institucional al primer Foro Internacional del Reciclado. Aquí anunció Ruiz-Gallardón algo que durante los dos últimos años han solicitado, sin éxito, los grupos parlamentarios de IU y PSOE en la Asamblea de Madrid. El presidente regional se comprometió a construir en la región tres plantas de compostaje para aprovechar toda la basura orgánica (restos de comida) que llega a los vertederos y convertirla en abono. Izquierda Unida y PSOE se cansaron de pedir lo mismo durante dos años.

Separación de la basura

Cuando el consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, elaboró el nuevo plan de tratamiento de residuos para la Comunidad de Madrid, que obliga a separar la basura orgánica de la inorgánica en dos cubos distintos para recogerla en dos contenedores diferenciados, se olvidó de las plantas de compostaje. La basura inorgánica (envases, papel, bolsas, latas), según el proyecto de Mayor Oreja que aprobó el Partido Popular, se podía reutilizar mediante las plantas abiertas en distintos puntos de la región. Pero la basura orgánica acababa en los vertederos.

Izquierda Unida y PSOE recordaron que lo mejor era construir plantas de compostaje para aprovechar la basura orgánica y convertirla en abono. No era una idea vanguardista, pues el Ayuntamiento de Madrid desde hace más de cuatro años tiene una planta en Valdemingómez donde convierte las toneladas de restos de comida que producen diariamente los madrileños en abono para la agricultura.

Pero Mayor Oreja despreció las críticas de la oposición y siguió adelante con su plan, que se puso en marcha hace 18 meses sin una sola planta de compostaje con la que aprovechar los restos orgánicos.

Ahora, Ruiz-Gallardón pretende reparar aquel olvido con la futura construcción, si gana las elecciones, de tres plantas de biometanización (que permitirá obtener energía eléctrica de los gases que desprende la basura orgánica) y compostaje. El candidato del PP no determinó cuál será la ubicación de las tres plantas, pero sí precisó que tendrán capacidad para tratar 100.000 toneladas de basura al año y utilizarán una tecnología puntera en toda Europa, lo que permitirá reducir la contaminación que produce el depósito de basuras en el vertedero.