Al Villarreal se le atraganta su campo

Si en la primera vuelta, el Villarreal se refugió en la pequeñez de su campo para progresar en la categoría, en este segundo tramo del campeonato, al equipo castellonense se le ha atragantado su estadio. No sabe cómo superarlo. Es un trauma. Como le toca jugar al fútbol y no sabe, lo pasa mal. Muy mal. Sobre todo si su estrella, el rumano Craioveanu, atraviesa por un mal momento. Y más si su espectacular portero Palop, está lesionado. El Villarreal sólo ha ganado un partido en casa en toda la segunda vuelta. Al Deportivo le bastó apretarle las tuercas al encuentro en la primera media hora para recuperar el vagón de los mejores. Después, con un hombre menos por la expulsión de Flavio, tiró de profesionalidad para aguantar la alocada embestida de los locales. Eso sí, el brasileño Djalminha, desconocido por su capacidad de trabajo, trajo loca a la defensa local. Y así es como el Villarreal comienza a verle las orejas al lobo de la promoción, mientras el Deportivo se reengancha al tren de la Liga de Campeones. En el Madrigal, el equipo de Irureta se encontró en las mismas circunstancias de la pasada jornada. Un terreno de juego de reducidas dimensiones, un rival agobiado por la clasificación y con un patrón de juego similar al del Alavés, el último verdugo de los gallegos. Siete días después, sin embargo, los coruñeses salieron airosos. El Deportivo tuvo el partido bajo su control con dos goles de ventaja, aunque a punto estuviera de estropear el pastel. La expulsión de Flavio propició que, desde el inicio del segundo periodo, los gallegos pidieran la hora.

Los primeros minutos no tuvieron color. El Deportivo tuvo menos dificultades de las previstas. Flavio, Djalminha y Fran campaban a sus anchas. En el minuto siete, llegó el gol de Schurrer, tras un mal despeje de la defensa castellonense. El conjunto de Irureta se sintió cómodo frente a un rival tocado anímicamente, y se tomó un respiro que pudo traerle consecuencias negativas. En el minuto 37, el equipo castellonense vio un resquicio de luz. Flavio resultó expulsado por una doble amonestación. El Villarreal aumentó su acoso, pero no halló premio. Sí lo encontró el Deportivo en una contra iniciada y culminada por Djalminha, tan anárquico, tan imprevisible, tan genial.

En el segundo periodo, el Deportivo no tuvo pudor en ceder la iniciativa. Le pudo costar caro. Naybet cometió penalti sobre Robert, que anduvo toda la segunda parte en el ataque. Ya nadie cuestiona ya la renovación del veterano capitán del Villarreal. Alfaro no falló la pena máxima y al Deportivo le entró pánico, y mucho más aún a su técnico, que retiró a su único atacante, el Turu Flores.

El Villarreal no supo sacar provecho de la pájara de su rival y con el paso de los minutos fue perdiendo fogosidad. El Deportivo conservó su botín con sufrimiento y paciencia. La que le faltó al Villarreal.