Nubosidad

TEREIXA CONSTENLACiertas desorientaciones, peleas arrabaleras y tropezones orales que han azotado Almería en las últimas semanas tienen su origen en la inestabilidad atmosférica, que no ha sido advertida en los partes diarios de Julio Marvizón. Intervalos nubosos por el centro.-El alcalde de Almería, Juan Megino, pertinaz competidor de su colega Gabriel Díaz Berbel en el ejercicio del municipalismo montaraz, presentó la devolución de tres cuadros, perdidos después de la Guerra Civil. Son retratos del presidente de la Primera República, que dimitió para evitar la firma de condenas de muerte, Nicolás Salmerón; del fundador del periódico El Radical, José Jesús García Gómez, y, presumiblemente, del socialista Pablo Iglesias. La operación ha tenido la virtud de avivar la parte más agreste del alcalde que, en un alarde de sinceridad, explicó que las obras se habían perdido después de la Guerra Civil y que Almería "fue de las últimas ciudades en ser liberadas". Mar socialista gruesa y tormentas irregulares. -La confesión de Megino casi coincidió con las dentelladas que se intercambiaron algunos socialistas por la composición de la lista municipal, un signo del carácter levantisco de la meteorología de la zona. Como está en una esquina, un poco lejos de todo, permite que los políticos se muerdan (la última trifulca ha sido entre el secretario provincial del PSOE, Martín Soler, y el ex alcalde socialista Fernando Martínez) sin amenazar la estabilidad de sus organizaciones. Despejado variable. -Gracias al empeño de Antonio Muñoz Zamora, superviviente del campo de exterminio de Mathausen, el centenar y medio de almerienses que se convirtieron allí en humo serán recordados con una escultura frente al Mediterráneo. Una iniciativa simbólica para combatir la amnesia histórica. Lo malo es que lleva camino de emular el misterio de los cuadros perdidos antes de la liberación de Almería. Obras Públicas atribuye la obra al escultor Luis Ramos, que ignora que sea suya. La probable autora, María Ángeles Lázaro, una escultora afincada en Guadix, sin embargo, no apareció el día de la foto oficial de la primera piedra, a la que asistieron el alcalde, Juan Megino, y el delegado de Obras Públicas, Francisco Espinosa. Se ignora si la esculpirán ellos al alimón, en un alarde de tolerancia posideológica.