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Tres presos aislados en Soto llevan 15 días en huelga de hambre para denunciar "malos tratos y vejaciones"

Al menos tres presos de la prisión madrileña de Soto del Real, recluidos en celdas de aislamientos y alguno de ellos gravemente enfermo, mantienen desde hace 15 días una huelga de hambre para exigir mejores condiciones de vida y que se les dispense un trato digno. Estos internos, que la prisión tiene en celdas de aislamiento por considerarlos "inadaptados" al régimen carcelario, decidieron dejar de comer el pasado día 1 de abril. Asimismo, llevan cinco meses sin disfrutar de las tres únicas horas de patio a las que tienen derecho cada día. "Han renunciado también a ese derecho para exigir que se les proporcione un trato digno", subrayó ayer Juanma Rodríguez, portavoz de la Coordinadora Estatal de Solidaridad con las Personas Presas.

Junto a ellos, iniciaron la huelga de hambre otros siete presos del módulo 15 de Soto, denominado de régimen especial, pero éstos se han ido descolgando de la acción de protesta en los últimos días, según indicó ayer el director de Soto, Feliciano Crelgo. Esta prisión cobija en la actualidad unos 1.500 presos, de los que 24 se hallan aislados.

Los internos han remitido cartas al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y al Ministerio del Interior, del que depende la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, con toda una batería de reivindicaciones. Entre otras mejoras, exigen "el cese inmediato de los malos tratos y vejaciones", "que no se les espose en el interior de las celdas", que se les proporcione una bata "para los cacheos integrales con desnudo" a que son sometidos, que se les facilite una "atención sanitaria seria y en privado", que los jueces de vigilancia "contesten a sus quejas", que se instalen tejados en los patios para guaracerse del mal tiempo, que "la prisión les proporcione actividades" y que "se excarcele a los presos con enfermedades irreversibles". Crelgo indicó ayer que los tres internos que prosiguen con la huelga son los que inicialmente arrastraron a los otros a adoptar esta medida, que, opinó, carece de fundamento. Agregó que el centro ha diseñado numerosas actividades específicas, culturales y deportivas, para estos internos, y que ha atendido todas las reivindicaciones de su competencia. Además, destacó que ha intentado dialogar con los huelguistas y que, salvo uno, los otros dos se han negado a recibirle. Asimismo, recordó que se trata de presos que no han querido adaptarse al régimen penitenciario normal, "aunque la dirección", dijo, "no va a renunciar a esa posibilidad".

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