Lluvia de críticas hacia el Gobierno por la mala evolución de los precios

Tras conocerse el índice de precios al consumo (IPC) de marzo, el Gobierno recibió ayer un chaparrón de críticas desde los partidos de la oposición y las fuerzas sociales. Además, el representante español ante el Banco Central Europeo (BCE), Eugenio Domingo Solans, calificó "de mala noticia" la subida de la inflación interanual al 2,2%, y los servicios de estudios del BBV y el BSCH pronosticaron incrementos entre el 2,3% y el 2,5% para final de año. Domingo Solans señaló, sin embargo, que lo que se debe tener en cuenta es la tendencia, "ya que de un simple dato de un mes no se pueden sacar conclusiones definitivas". Aclaró que el resultado de marzo no es, en cualquier caso, "consecuencia de la política monetaria del BCE".

En cuanto al cumplimiento del objetivo del Gobierno (el 1,8%), los servicios de estudios del BBV y del BSCH lo pusieron ayer seriamente en duda. El pronóstico del BBV es que la inflación cerrará 1999 en el 2,5%, mientras que el del BSCH es que acabará en el 2,3%.

Desde el PSOE, el resultado de marzo se calificó de "crónica de un fracaso anunciado". En una nota se define la actitud del Gobierno de "inmovilista, irresponsable y soberbia", al no aprovechar la buena coyuntura para adoptar medidas estructurales.

En este sentido, el portavoz del PSOE en la Comisión de Economía del Congreso, Juan Manuel Eguiagaray, explicó que el Gobierno podía haber rebajado la tarifa eléctrica este año entre un 7,5% y un 8% -en lugar del 2,5%-, y esto hubiera restado al IPC tres décimas.

Si se llevase a cabo una liberalización verdadera en los mercados de electricidad, gas y telefonía local, el impacto en el IPC sería un recorte de medio punto, según Eguiagaray. A este respecto, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, acusó al Gobierno de anunciar medidas que "luego no es capaz de llevar a cabo".

La patronal CEOE coincidió en que el dato de marzo "no es una buena noticia" y aseguró que las tensiones inflacionistas aumentarán en los próximos meses, aunque espera que la situación se modere en la segunda parte del año, igual que ha señalado el Gobierno.

Los sindicatos no fueron menos duros en sus críticas al Ejecutivo. La central UGT destacó que el incremento de cuatro décimas en marzo es el "peor" resultado de todos los que se manejaban en las previsiones e instó al Gobierno a tomar medidas eficaces en los sectores financiero y de servicio y a que se implique más en el control de la inflación.

En la misma línea, CC OO exigió al Ejecutivo que tome medidas eficaces y responsabilizó a los empresarios de los sectores de la energía, las comunicaciones, el transporte y la construcción del aumento de los precios el mes pasado.

El sindicato que dirige Antonio Gutiérrez advirtió, además, que la presión de algunos empresarios puede poner en peligro la actual tendencia de contención salarial.

Consumidores

También los consumidores, a través de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), mostraron su preocupación por la evolución de los precios. El portavoz de la organización, Antonino Joya, pidió al Gobierno que introduzca un mayor grado de competencia en numerosos sectores económicos que están formalmente liberalizados, pero que no están dando los resultados esperados en forma de descenso de precios. Para la OCU, en el campo de las telecomunicaciones, no debe persistir el monopolio de Telefónica sobre las llamadas metropolitanas, mientras que la liberalización eléctrica llevada a cabo la califica de "falacia".

También valoró la evolución de la inflación el mes pasado la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), cuyo presidente, Manuel Pizarro, destacó que el dato es "elevado y, por lo tanto, no es bueno", ya que supone agotar en tres meses la mitad del objetivo previsto por el Gobierno para todo el año.