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El ICF efectuó de forma directa todas sus contrataciones entre 1993 y 1996

Todos los contratos que el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), organismo dependiente de la Generalitat, hizo desde 1993 a 1996 fueron formalizados por el procedimiento de contratación directa. De una parte de ellos, la Sindicatura de Cuentas no ha recibido la memoria justificativa que motiva la falta de otras ofertas. La sindicatura reclama al ICF el cumplimiento de la Ley de Contratos de la Administración Pública. El representante del PP en el debate parlamentario sobre las cuentas del ICF considera "indecente" su gestión.

Ese y otros reproches animaron ayer el debate de la comisión del Parlament sobre el informe de la Sindicatura de Cuentas relativo a los ejercicios de 1993, 1994 y 1995 del ICF. La sindicatura ha observado anomalías en la contabilización de créditos renegociados, en decisiones arbitrarias sobre la situación en mora de los créditos, en una línea de préstamos al personal, en gratificaciones al personal no regladas y dietas de asistencia, y en la falta de cumplimiento de recomendaciones anteriores de la propia Sindicatura. En el debate, que fue muy intenso, Martí Carnicer, portavoz del Partit dels Socialistes (PSC), expresó su preocupación por las "irregularidades de gestión" e insistió en la necesidad de despejar de una vez "toda sospecha" sobre el ICF. Carnicer destacó que, de un total de 133 operaciones, 31 eran de alto riesgo, 17 se concedieron a firmas con elevado endeudamiento y 10 a otras con fondos de maniobra (suma de lo que se prevé cobrar y pagar a corto plazo) negativos. El diputado Josep Maria Fabregat, del PP, calificó de "indecente" la gestión del ICF, al menos en los años sometidos a estudio. Fabregat dijo que ha estado marcada por el "clientelismo" y el "abuso de funciones" del director general Ernest Sena. Fabregat se refirió a que varios departamentos de la Generalitat han tenido que hacerse cargo de operaciones impagadas por 1.730 millones de pesetas y destacó dos avales impagados del Hospital General de Cataluña por un total de 3.600 millones. Préstamos al personal Los polémicos (aunque legales) créditos al personal son considerados por la Dirección General de la Función Pública "poco aconsejables" en aquel momento (1992). Fabregat criticó con dureza los préstamos concedidos por el ICF a su personal para la compra de vivienda; uno de ellos benefició al propio Ernest Sena. El diputado Josep Maria Fabregat explicó ayer que el director del ICF canceló anticipadamente el crédito, coincidiendo con la investigación que hizo en el ICF el diputado del PP Josep Curto. Las dietas del personal del ICF crecieron un 103% y se llegaron a pagar hasta 70.000 pesetas por ese concepto con motivo de alguna reunión de los miembros de la dirección. También se decidió otorgar una paga extraordinaria adicional y otras gratificaciones no reguladas en las normas vigentes de la Función Pública. El informe de la sindicatura recomienda que "las remuneraciones se adapten a la normativa vigente y que las extraordinarias se utilicen en casos de urgencia". También hubo críticas por el hecho de que el ICF se adjudicara 4.320 obras de arte valoradas en 203 millones tras el impago de un préstamo. La sindicatura opina que "no es conveniente acumular inmuebles, obras de arte y otros activos", recomienda agilizar su venta y propone subastas públicas. Por otra parte, no entra en consideraciones sobre las garantías que el ICF ha pedido para asegurar sus créditos.

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