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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Conductores de la EMT

He decidido hablar en favor de los conductores de la EMT para responder a aquellas personas que protestan por el hecho de que éstos hablen con los viajeros. En primer lugar, una buena parte de los conductores de autobuses lleva años en la misma línea, coincidiendo día a día con las mismas personas y a las mismas horas. Eso significa que el trato se hace inevitable salvo que la persona, ya sea conductor o usuario, sea huraña y antipática.Afortunadamente, hoy por hoy todavía quedan personas a uno y otro lado del volante capaces de dar los buenos días y de responder con una sonrisa. Y hoy es "Hola, un billete, gracias" y mañana "Gracias por esperarme" o "¿Puedo salir por aquí, que el autobús está muy lleno?", y al día siguiente "Gracias por lo de ayer, es usted uno de los pocos conductores amables que conozco". "Gracias, muy amable", le responde el conductor.

Después empiezan breves comentarios sobre cómo esta el tráfico o lo cargado que va el autobús. Y cuando quieres darte cuenta se ha iniciado una conversación entre buenas personas que en cada viaje queda aplazada hasta la próxima vez que vuelvan a coincidir.

Quienes critican afirman que, debido a esas conversaciones, el conductor se distrae y ello se traduce en una conducción más lenta y torpe. Bien, yo les digo que frenazos, tirones y conducción lenta los hay y los habrá independientemente de que el conductor vaya hablando o no con un viajero porque eso depende fundamentalmente del tráfico. Si un coche se cruza inesperadamente por delante de un autobús, como ha ocurrido últimamente, por cierto, en el cruce entre Narváez e Ibiza, el frenazo por parte del autobús está asegurado vaya o no hablando su conductor con una persona. Si el tráfico está imposible por que el día esté lluvioso, o porque es hora punta o porque hay una manifestación que corta la calle, nada puede evitar que el autobús vaya lento.

Por otra parte, los conductores de autobús son profesionales de la conducción, y me atrevería a asegurar que son perfectamente capaces de conducir y hablar al mismo tiempo.

Usted me puede decir que llevan personas a su cargo y que por ello deben extremar las precauciones. Estoy de acuerdo. Pero, ¿es que un padre que se va de vacaciones con la familia y los bártulos a cuesta no tiene igual responsabilidad? ¿Acaso él no tiene que extremar las precauciones? Y por ello, ¿deja de hablar con su mujer mientras los niños y el perro enredan en el asiento de atrás? Seguro que alguno incluso habla por el móvil.

Por lo demás, la EMT somete a sus conductores periódicamente a controles que garantizan las óptimas condiciones en que éstos deben encontrarse para desempeñar bien su trabajo. Por lo que yo, personalmente, voy muy tranquila tanto si el conductor habla con alguien como si no.

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En segundo lugar, y ya desde un punto de vista puramente social, si quiere decirse así, la conversación con los conductores es una forma de acercar el servicio público de transporte a quienes lo usan. Hablar con ellos supone, desde luego a quien le interese, como es mi caso, no ya saber más acerca del funcionamiento de la empresa (horarios, turnos, cuestiones relativas a coches, cocheras, cómo se aparcan, cómo saber qué coche te corresponde, jerarquía interna, etcétera), sino además, comprender mejor ese trabajo y a quienes lo realizan.-

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