Joana Cera explora la oscuridad con una exposición en la Sala Montcada

"No he querido que ni las obras ni la exposición tuvieran título, porque pienso que, si fuerzas su existencia, también estás forzando la obra", explica Joana Cera (Barcelona, 1965), quien exhibe cuatro trabajos fotográficos en la Sala Montcada de la Fundación La Caixa, en Barcelona. La exposición, que pertenece al ciclo A distancia y podrá visitarse hasta el 23 de mayo, es un acercamiento al aparente contrasentido de producir imagen dentro de la oscuridad. La lectura que propone Cera en su obra es abierta. Para la artista, es importante que sea el propio espectador quien la efectúe. Este ejercicio que sugiere puede convertirse en un simple goce estético, en el que cobra fuerza la potencia de unos fondos negros sobre los que se deslizan trazos de luz, o en un esfuerzo por descifrar el proceso que ha empleado la artista para la realización de sus obras. Porque las obras de Cera son como un juego que expresa lo contrario de lo que se muestra. Juega con la imagen, pero lo hace a través de su negación: la oscuridad. Quiere que su obra hable por sí misma, pero es ella quien, tras un prolongado tiempo de exposición, ha creado un universo lumínico donde realmente sólo existía oscuridad. Es en esta contradicción donde se sugiere la idea de la realidad de la visión. El interrogante que plantea la muestra es si todo aquello que contemplamos es un reflejo de la realidad o ésta se construye mediante nuestra propia observación. El encaje de Juana Cera en el ciclo A distancia, que tiene como comisario a Maratí Peran, se basa, precisamente, en esta utilización de su propia imagen de la que luego se separa mediante el proceso artístico, lo que le permite un análisis personal con una nueva visión. La exhibición también presenta dos piezas escultóricas, realizadas con vidrio, que aparecen como una extrapolación matérica de los haces de luz que aparecen en las fotografías. La sala de exposiciones juega también en este caso un importante papel, ya que las blancas paredes de la Sala Montcada actúan como contraste de las fotografías.