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Entrevista:LEO BROUWERCOMPOSITOR

"Las necesidades económicas, a veces, no vienen tan mal"

A sus 60 años tiene la apariencia de un chaval de conservatorio. Director titular de la Orquesta de Córdoba desde 1992, Leo Brouwer (La Habana, 1939) sigue acumulando galardones, del premio Luis de Góngora al María Zambrano, pasando por el Comunidades Andaluzas o, más recientemente, el Manuel de Falla. Este sobrino de Ernesto Lecuona ha apostado por interesantes fusiones sonoras y por iniciativas como el Festival de Guitarra de Córdoba. Pregunta. ¿Qué supone para un admirador de Falla como usted recibir un galardón que lleva su nombre? Respuesta. El gran ídolo de mi juventud y el que sigue siendo uno de los grandes nombres de la música es Manuel de Falla. Es como un parábola que recorre más de 40 años de una punta a otra: Falla como modelo y Falla como culminación en un premio que creo inmerecido. Me ha tocado muy en el fondo. P. ¿De quién se acordó cuando salió a recoger el premio? R. Incluso mientras oía mi cuarteto, me vinieron a la memoria algunos de mis grandes amigos: el japonés Takemitsu, por ejemplo; mis profesores en Nueva York, en la Juilliard School. Y sobre todo he recordado los años de penuria, de caminar kilómetros para oír música en un tocadiscos, porque yo no tenía. Todo eso me ayudó, la falta de dinero para comprar un piano sirvió para esforzarme en fabricar un oído interno y prescindir de instrumentos para comprobar la música que escribo. Las necesidades económicas, a veces, no vienen tal mal. P. El disco Poeta, que grabó con Vicente Amigo, sorprendió a muchos. ¿Casar los tambores batá con el flamenco y los violines era un reto? R. Creo que sí, aunque están muy cerca. El cajón que se usa desde el genio de Paco de Lucía, o un poco antes, porque es precisamente un producto de cultura popular, es un anticipo. P. ¿Cree que los Vitier y compañía han recogido con fortuna el legado de Leo Brouwer en Cuba? R. Bueno, Sergio fue alumno mío, y lo adoro. Hay en Cuba una serie de promesas y una generación que yo no llamaría perdida: Valera, Carlos Malcom, Calixto Álvarez... o Juan Piñera, Héctor Angulo. Son algunos de los compositores más serios de la música actual. Si a ellos les añadimos a Pablo, Silvio, los viejos troveros... nos damos cuenta de que la cultura popular puede romper cualquier bloqueo. P. ¿Para cuándo un encuentro entre compositores como el que ha unido recientemente a los músicos populares? R. Ojalá podamos. Yo hago festivales de música cada dos años en Cuba. En octubre habrá uno de música contemporánea, con medios limitados, claro. P. ¿Culminará su carrera en Córdoba? R. Lo único seguro es que nunca voy a estar quieto.

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