Condena de seis meses por la copia y venta ilegal de películas y de videojuegos
El Juzgado de los Penal 6 de Sevilla ha dictado una sentencia en la que se condena a seis meses de prisión y al pago de una multa de más de dos millones de pesetas a cuatro personas por la reproducción y venta ilegal de películas y videojuegos. Ésta es la primera sentencia en España en la que se considera la reproducción de videojuegos como un delito contra la propiedad intelectual. En verano de 1997, la Guardia Civil de Sevilla detuvo a Rafael Paredes Cuevas, de 41 años, al comprobar que en el video-club de su propiedad, Ecoinformática, reproducía numerosas películas con la ayuda de una decena de magnetoscopios, dos monitores y ladrones múltiples para euroconectores. Se incautaron dos centenares de videocasetes repicadas. En el mismo local, se reproducían también CD ROM y juegos de videoconsolas. En total, la Guardia Civil encontró 159 juegos pirateados para Play Station y 396 para PC. Después de copiar las películas y los juegos, Paredes Cuevas los llevaba a la Alameda de Hércules abordo de su propio automóvil. Allí contactaba con Vicente Serrano García, de 26 años, Caridad Ibáñez Gómez, de 21 años, y Vicente Ortiz Parrillo, de 26 años, quienes se dedicaban a vender la mercancía en diversos puestos ubicados en el mercadillo que tradicionalmente se celebra en la citada alameda sevillana los jueves y los domingos. Aparte de la pena de seis meses, los más de dos millones de multa (1.679.020 a Adivan y 480.600 pesetas a Egeda), los condenados deberán pagar las costas del juicio aparte de las acciones que pudieran tomar por su cuenta Zeta Multimedia, Adobe Systems/NC, Amaya Interactiva y Microsoft Corporation. La sentencia ha sido acogida con gran satisfacción por la Federación para la Protección Intelectual de la Obra Audiovisual (FAP) que ya el 29 de marzo pasado emitió un comunicado destacando el carácter histórico de la sentencia al condenar por primera vez a los piratas de juegos de videoconsola. Este producto es uno de los favoritos para la reproducción ilegal, aunque en muchos de los casos estas copias llegan a dañar la consola.
