Miriam no volverá
MARÍA ESPERANZA SÁNCHEZUnos minutos antes de la tragedia, Miriam volvía a casa en coche con su novio, que no tenía carnet de conducir, y que conducía con la inconsciencia con la que a veces hacen los jóvenes las cosas, sin darse cuenta en caso concreto, del peligro que se corre cuando se conduce sin carné, sobre todo si de pronto te sorprende un control de alcoholemia. A Miriam y a su novio les sorprendió. El chico al ver que la Guardia Civil le daba el alto se asustó y decidió no parar, seguramente por temor a que le pillaran así, conduciendo en la madrugada sin el permiso reglamentario. Lo que vino después ya lo saben ustedes. Unos minutos antes de la tragedia todo contaba con Miriam para la vida, pero se escapó el pequeño detalle de un control de alcoholemia y Miriam cayó, la vida siguió, pero ella ya no estaría más. Alguien puede caer en la tentación de pensar que la muerte de Miriam es absurda. No lo es. La muerte de Miriam es una muerte bárbara y de ella tienen que responder no sólo el autor del disparo que la mató, sino todos los responsables políticos, desde el ministro del Interior hasta el director general de la Guardia Civil, pasando por el delegado del Gobierno en Andalucía que, por cierto, ayer rompió su inexplicable silencio ante el suceso, para lamentar los hechos, pero también para justificar la acción, recordando que fue en un control rutinario donde se detuvo al jefe del comando itinerante de ETA Henri Parot. Siendo malo, mejor fue su silencio. Preferimos conductores con una copa de más a guardias pasados de pistolas. Y ante la muerte de Miriam necesitamos explicación. Queremos oír al ministro del Interior en el Congreso explicar y pedir perdón por lo que ha pasado, al director general de la Guardia Civil pedir perdón y dar explicaciones y queremos oír del delegado del Gobierno rectificar su torpe comparación y explicar, si es que puede, su silencio desolador de tres días, mientras los padres de Miriam enterraban a su hija, inocente de toda inocencia y en posesión de toda la vida y todo el futuro, unos minutos antes de la tragedia que, justamente por inexplicable, necesita de toda clase de explicaciones y peticiones de perdón. A pesar de lo cual Miriam no volverá.
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