El Racing hunde al Salamanca y provoca el cese de Ortuondo

El estadio Helmántico vivió una fiesta negra. Negra por el color con el que vestía el Rácing de Santander, que en el minuto 94 marcó el gol de la victoria, y negra por el futuro que le espera a la Unión Deportiva Salamanca, que tras el resultado de ayer se hunde un poco más en el fondo de la clasificación. El Consejo de Administración decidió tras el partido relevar a Josu Ortuondo, quien se hizo cargo del equipo hace tres meses en sustitución del argentino Miguel Ángel Russo. Anoche no se había decidido aún el nombre del nuevo técnico.La Unión fue incapaz, una vez más, de ganar un partido. Con una defensa más nerviosa de lo habitual, con una media que no lograba canalizar el juego de ataque y con una delantera que ni hace un gol ni genera ocasiones de peligro. Con estos mimbres, el cesto que se hizo ayer fue negro.

Y es que el Salamanca no gana ni a un equipo que tampoco juega, pero que no dejó jugar. El Racing de Santander se descubrió ayer como un equipo vulgar, pero con una delantera que da miedo, con un Munitis que es un auténtico peligro (participó en los dos goles cántabros) y un Magallanes que corre y abre huecos.

El equipo local contó, además, con el problema de un árbitro, Prados García, que estaba desorientado, perdido. Llegó a convertir en penalti una falta que el portero salmantino cometió contra Munitis a un metro del área (por fuera). Del lanzamiento desde el punto situado a 11 metros de la meta se ocupó el ex madridista Víctor, y dirigió el balón al lado derecho de Aizpurua. El meta del Salamanca se lanzó muy bien y logró detenerlo.

La Unión hace agua en todas sus líneas. Es incapaz de jugar, de generar peligro y de meter goles. El futuro, por tanto, es negro como la camiseta que vestía ayer el Racing de Santander.

Un futuro engañoso que podría pasar por ganar al Extremadura el próximo domingo. Pero, si así fuera, nadie le aseguraría la permanencia en Primera División.