Lubo Penev destrozó la portería de Illgner

Gudelj, Sánchez o Mostovoi habían destrozado la portería del Madrid en sus últimas visitas a Balaídos, un estadio que se le atraganta al equipo de Chamartín. Ayer le tocó el turno a Lubo Penev. El delantero búlgaro se instaló entre la pareja de centrales improvisada por John Toshack y anotó tres de los cinco goles del Celta. Karanka y Sanchis suspendieron la prueba a la que les sometió el técnico del Madrid.Penev tardó exactamente siete minutos en comprobar la indolencia del eje de la zaga blanca. Saltó con Sanchis a un lado y Karanka al otro y cabeceó como quiso un centro de Mostovoi. Ocho minutos después hizo sangre al anotar el tercero del Celta, cuando recibió de espaldas a la portería y Sanchis se ocupó más de agarrarle la cintura que de dificultarle el control del balón con los pies. Su último gol se lo agradeció a Illgner, que no supo agarrar un disparo seco de Revivo.

Pero las deficiencias defensivas del grupo de Toshack no se debieron solamente a la línea formada por Panucci, Sanchis, Karanka y Jarni, o a los errores de Ilgner. Así, nadie interceptó el córner que Mostovio abrió a la frontal del área pegado al césped y que Mazinho convirtió en gol. Y antes del descanso, el propio Mostovoi se aprovechó de una frivolidad de Karembeu, que contravino todas las reglas no escritas del buen zaguero, y aun las escritas, y dejó de tacón un balón muerto en el corazón del área. El ruso aprovechó ese peculiar pase de la muerte del centrocampista para adornar la goleada.

Tras el partido, Juan Onieva, vicepresidente económico del Real Madrid, admitíó la situación en la que queda su equipo: "La Liga se ha convertido en inalcanzable. Lo que tenemos que hacer ahora es centrarnos en nuestro objetivo deportivo, que es estar en la Liga de Campeones el próximo año".

Onieva no quiso analizar con detenimiento los males del Madrid. "En estos momentos lo que hay que hacer es mantener la calma, ya habrá tiempo para los análisis y para buscar soluciones".