El PP se inclina por Amalia Gómez para las elecciones europeas

José María Aznar sopesa estos días el nombre de Amalia Gómez como "la candidata más destacada" para encabezar la lista europea del PP. Hay otras opciones, también de mujeres ahora en relevantes puestos parlamentarios o autonómicos, pero siempre que falle la primera apuesta por la secretaria general de Asuntos Sociales. El inconveniente que Aznar y sus asesores ponen a Gómez para disputar la cita europea a la socialista Rosa Díez tiene que ver con el papel que la actual presidenta del PP de Sevilla jugaría si el presidente andaluz, Manuel Chaves, adelanta los comicios autonómicos.

El restringido círculo de dirigentes del PP que aconseja a Aznar sobre posibles nombres para encabezar la candidatura europea le ha hecho llegar esta semana el de Amalia Gómez como la propuesta "más destacada". El asunto, en cualquier caso, no está cerrado. La afectada no tiene aún conocimiento directo de sus posibilidades. Y Aznar no ha dado una respuesta a esa sugerencia.El presidente del Gobierno y del PP, que desde luego es el que tiene la última palabra al respecto, es consciente, en favor de Amalia Gómez, de la labor que ésta ha efectuado en Trabajo durante la etapa del ministro Javier Arenas, ahora secretario general del partido y uno de los valedores de su candidatura. También aprecia su tirón popular. Y por supuesto que es mujer.

Amalia Gómez, de 55 años, natural de Abarán (Murcia), está casada y tiene dos hijas. Es historiadora. Además de secretaria general de Asuntos Sociales es presidenta del PP en Sevilla y una de las opciones posibles para competir en su momento con el socialista Manuel Chaves por la presidencia de la Junta de Andalucía.

El inconveniente andaluz

La alternativa de Amalia Gómez para Andalucía, incluso aunque no fuera como número uno, es lo que más dificulta su nominación para Europa en estos momentos.Lo que sí parece totalmente decidido es que el cabeza de lista del PP para Europa será una mujer. También está prácticamente resuelto que el actual presidente del Parlamento Europeo, José María Gil Robles, no entrará siquiera en la lista por su propia voluntad. Gil Robles ha esgrimido, entre otras razones, una grave enfermedad de su esposa.

Sí está decidido a que el actual portavoz del grupo popular europeo, Gerardo Galeote, estará entre los cinco primeros puestos tras ocupar el 25 en los anteriores comicios. Es más, si al final fracasaran todos los intentos por ubicar en el primer lugar a una mujer, el propio Galeote tiene sus partidarios en el PP para ostentar esa responsabilidad. Galeote está participando directamente en la elaboración de la lista, en la que se apreciará la renovación de caras en al menos media docena de puestos de salida.

También parece claro que Aznar no está dispuesto a realizar un nuevo reajuste de su Gabinete para situar a una ministra u otro miembro del Gobierno en el primer puesto europeo. Las mismas fuentes de la dirección del PP aseguran que está descartado que alguna de las conocidas alcaldesas del partido, incluso las diputadas nacionales, puedan ser destinadas ahora a esa ocupación.

Si Amalia Gómez no fuese al final para Europa, los ficheros del PP serían consultados a fondo para promocionar a una de sus actuales dirigentes parlamentarias (en el Congreso o el Senado) o con responsabilidades de gobierno autonómico. El perfil político que el partido busca es el de políticas con la preparación de Rosa Estarás, consejera de Presidencia del Gobierno balear, o Carmen Álvarez Arenas, viceconsejera de Presidencia del Gobierno de Madrid.

Estarás, miembro de la lista de 30 personas que acompañó a Aznar en su candidatura al reciente congreso del PP, es muy defendida por su presidente autonómico, Jaume Matas. Alberto Ruiz Gallardón ha relegado a Álvarez Arenas en su lista y no cuenta con ella para su hipotético segundo gobierno en Madrid.

Este mandato de Aznar de promocionar a mujeres en los primeros puestos de las listas, plasmado durante el congreso del PP y luego en varias comparecencias públicas, está provocando más de una reticencia entre la dirección nacional del partido y sus estructuras provinciales y municipales. El caso más claro se ha comprobado en Valladolid, donde la lista que encabeza el alcaldable Javier León de la Riva, no incluía ninguna mujer entre los tres primeros puestos. Y ha sido devuelta para que se corrija ese fallo. También en el Ayuntamiento de Madrid la dirección nacional apuesta por adelantar al segundo puesto de la candidatura a la concejal Mercedes de la Merced en detrimento del edil Juan Antonio Gómez Angulo, que, eso sí, sería luego el primer teniente de alcalde de José María Álvarez del Manzano.

El PP se está tropezando, además, con otros pequeños escollos en el proceso de elaboración de listas. Algo por otra parte habitual cada vez que se acercan unos comicios. Los casos más polémicos se han localizado en Valladolid, donde se debe encontrar acomodo para el candidato a la Diputación, Ramiro Medrano; en Huesca, donde pugnan para el número uno al Parlamento regional por esa provincia el presidente de la Diputación Rodolfo Ainsa y un consejero autonómico; y en Granada, donde el actual alcalde, Gabriel Díaz Berbel, sostiene discrepancias con el presidente del partido, Juan de Dios Martínez.