Desalojadas en Getxo 192 familias tras el ataque contra un militante del PP
El Pacto de Lizarra congrega a decenas de miles de personas en las calles de Bilbao
El fuego provocado por la explosión de dos bombas incendiarias bajo el coche y en la puerta del domicilio de un militante del Partido Popular en Getxo (Vizcaya) convirtieron ayer todo el edificio en una trampa en plena madrugada. Los ocupantes de las 192 viviendas de la urbanización Fadura 2, integrada por cinco bloques con una planta subterránea de garaje común, fueron sacados de la cama y desalojados de sus hogares, en ocasiones con las grúas de los bomberos. La inhalación de la densa humareda causada por la combustión de varios vehículos afectó a 16 personas, entre ellas niños de corta edad y una nonagenaria, que tuvieron que recibir asistencia médica en el lugar del incendio. Ninguna necesitó ser traslada a centros hospitalarios.Una de las explosiones se produjo en el quinto piso del número 5 de la calle de Lañomendi minutos antes de las dos de la madrugada y poco después de que entrará en su domicilio el militante popular Virgilio Menéndez. El artefacto logró derribar la puerta.
Casi simultáneamente hizo explosión otra bomba en el garaje subterráneo de la urbanización, donde estaban estacionados cerca de 200 vehículos. El objetivo de los autores del ataque era un Volkswagen Golf propiedad del militante del PP, pero las llamas se extendieron con rapidez a causa de las explosiones de los depósitos de gasolina de los vehículos. Otros dos turismos, además del de Menéndez, y una motocicleta quedaron calcinados, y otros 15 vehículos resultaron afectados.
El fuego dejó a la urbanización sin suministro eléctrico y destrozó las cañerías de desagüe de 84 viviendas, según las estimaciones del Ayuntamiento. Parte de los vecinos optaron por resguardarse del frío en unas escuelas cercanas, abiertas a este fin, hasta que a las 4.30 fueron autorizados a regresar a sus hogares.
Menéndez, de 28 años, que fue concejal de Galdakao (Vizcaya) y actualmente asesor del grupo municipal popular de Bilbao, explicó ayer que no había recibido amenazas directas, pero que tras la explosión el viernes de bombonas de gas en el domicilio de un concejal socialista en Berango, a sólo unos kilómetros de su domicilio de Getxo, permanecía en estado de alerta. Menéndez aseguró que seguirá en su casa y en su puesto. "Si el partido me necesita para algo, estaré allí", dijo. "Todos nosotros, los no nacionalistas, somos los parias del País Vasco".
En otros dos incidentes fueron lanzados cuatro cócteles mólotov contra una sede del PNV en el barrio bilbaíno de Txudinaga y quemaron el coche del alcalde de Villava (Navarra), Alfonso Ucar, perteneciente a la Unión del Pueblo Navarro.
Horas después de estos nuevos actos de violencia, la convocatoria de manifestación de los grupos de Lizarra contra "el inmovilismo" del Gobierno en el proceso de paz reunía ayer en las calles de Bilbao a una multitud, que secundó a los líderes de los sindicatos y partidos políticos nacionalistas tras la pancarta Bakea eraikitzen. Euskal Herriak du hitza (Construyendo la paz. Euskal Herria tiene la palabra). La policía municipal bilbaína calculó que asistieron alrededor de 75.000 personas.
Al término de la marcha, un actor leyó un comunicado conjunto en el que se acusaba a los Gobiernos español y francés de actuar "con irresponsabilidad política, utilizando nuevamente la represión y el sufrimiento" y de intentar reventar el proceso de paz "ayudados por sectores políticos, judiciales y mediáticos". El documento instaba a los seguidores de Lizarra a mantener "la confianza en la negociación y el diálogo" y reclamaba la construcción de "un escenario de paz" por la ciudadanía vasca "sin injerencias externas".
La manifestación forma parte de las movilizaciones convocadas tras las operaciones policiales contra ETA en Francia y España. La campaña culminará mañana con un paro de una hora, al que se unirá el Gobierno vasco con una concentración de sólo cinco minutos. Ayer, el Ejecutivo autónomo estuvo representado en la manifestación por la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia y su portavoz, el consejero Josu Jon Imaz.
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