Un año persiguiendo sospechas sobre combates

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil mantiene abierta desde hace un año varias líneas de investigación para desmantelar una red dedicada a la organización de peleas clandestinas. Los agentes han centrado sus pesquisas en varios almacenes de polígonos industriales de la zona sur, Colmenar Viejo, Cerro de las Liebres en el distrito de Carabanchel, San Blas y Vicálvaro en Madrid. "En varias ocasiones nos han denunciado la celebración de esos combates entre perros. Nuestros agentes se han intentado infiltrar en esos grupos, pero cuando han acudido a la cita no se han celebrado esas peleas", dijo un portavoz de la Guardia Civil.Los agentes del instituto armado también buscan en varios pueblos de la región a grupos que se dedican a entrenar ejemplares de la más temibles razas y dedicados a peleas donde se mueven considerables cantidades de dinero.

Los investigaciones también sospechan que se celebran peleas de canes fuera de la Comunidad de Madrid. Hace dos años fueron robados varios perros en Leganés cuyo destino era Toledo.

Según los agentes, también se han librado combates entre animales en residencias campestres e incluso en bodegas, donde se instalan cuadriláteros desmontables. En este tipo de espectáculos se llegan a apostar hasta 15 millones de pesetas.

El año pasado, el grupo municipal socialista denuncio la celebración de peleas de perros en el distrito de Usera durante los sábados por la noche. La Guardia Civil y la Policía Nacional estableció durante varios fines de semana una exhaustiva vigilancia. Sin ningún éxito.