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ARTESANOS MACAEL

Un capricho real

Réplicas de los mármoles de la Alhambra para un príncipe saudí

Las gentes de Macael aprendieron hace años a congraciarse con un tierra de apariencia dura y difícil. Descartado el desánimo ante la aridez del entorno, optaron por extraer toda la riqueza que las entrañas de las rocas les brindaban en forma de tesoro en bruto. Y así fue como, a lo largo de generaciones, los macaelenses, se han ido transmitiendo el arte de dar vida a la piedra, al mármol, convertido desde hace tiempo en el principal embajador de la zona. De las canteras de Macael han salido muchas piezas consagradas hoy como objetos clave dentro de la historia. La fuente del Patio de los Leones de la Alhambra, por ejemplo, es una de esas piezas históricas que surgió tras moldear con arte y paciencia la dureza de la piedra. Ahora, siglos después, esas mismas canteras vuelven a ofrecer la misma materia prima para crear la misma pieza. La repetición de un proceso de elaboración artística, a partir del mármol Blanco Macael, que cuajó de bellos ornamentos la Alhambra granadina, se debe al capricho del príncipe Abdelaziz Bin Fahd- hijo del rey Fahd de Arabia Saudí- que ha decidido construirse en su tierra una réplica exacta del emblemático conjunto monumental. Y, puesto que el mármol que hay en la Alhambra es de Macael, hasta allí se dirigió el encargo. Respeto sin miedo Fue a mediados del pasado mes de septiembre cuando la empresa Camar de Macael- fundada en 1973 por José Sánchez y dirigida ahora por sus tres hijos- aceptó el encargo de realizar una réplica exacta de todas la piezas de mármol que acoge la Alhambra. La envergadura del proyecto- que les propuso una empresa francesa durante un viaje a Chile- provocó una sensación de "respeto". Pero, quién dijo miedo. La empresa asumió el reto y ahora, siete meses después, han logrado crear, entre otras piezas, una fuente exacta a la que luce en el Patio de los Leones de la Alhambra que espera a ser trasladada, en los próximos días, a Riad, la capital de Arabia Saudí donde el príncipe Abdelaziz Bin Fahd pretende recrear, pieza a pieza, aquella obra maestra de la arquitectura que comenzó a erigirse hacia 1237 bajo el reinado de Muhammad I. "Uno de los principales problemas con los que nos hemos topado ha sido encontrar los bloques de mármol Blanco Macael de las dimensiones que necesitábamos para cada pieza. Hemos buscado la piedra prácticamente en todas las canteras de la comarca", explica Antonio Sánchez, responsable de Camar. También ha resultado complicado hallar mano de obra especializada para poder acometer el encargo. Sin embargo, los avances tecnológicos de hoy no se podían soñar ni de lejos hace siete siglos. Eso, unido al tesón de las 28 personas que han trabajado a destajo en el proyecto, ha permitido que los operarios de Camar hayan logrado finalizar ya la mayor parte de todas las piezas de mármol que existen en la Alhambra. Sólo siete meses de trabajo para reproducir las piezas que Granada conserva con orgullo desde hace siete siglos. Trece fuentes, más de 400 columnas con decenas de capiteles distintos, piedra para suelos como la Sala de Dos Hermanas... En total, unos 46 metros cúbicos de mármol extraídos de las mismas canteras que hace setecientos años. Sólo el bloque utilizado para la realización de la fuente del Patio de los Leones pesaba unas 35 toneladas. Hubo que utilizar un sistema especial para extraerlo, igual que tendrá que articularse un medio especial de transporte, puesto que las dimensiones de la fuente impiden que sea trasladada en un camión convencional hasta el puerto de Huelva, donde se embarcará hacia Arabia Saudí. Las canteras de Macael han permitido recuperar el arte que el tiempo revistió de leyenda. La maestría de los operarios de Camar- que ya ha dejado su sello en obras como el último palacio que se construyó Sadam Hussein- lo han hecho posible. Siete siglos después, a la fuente del Patio de los Leones le ha nacido una hermana, parida en tan sólo unos meses.

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