Los populares critican al candidato

El PP arremetió desde casi todos los flancos contra el PSPV tras la elección de Antoni Asunción como candidato a la presidencia de la Generalitat. Tenían ganas. El mismo presidente de la Generalitat y del PP, Eduardo Zaplana, así lo manifestó. Cuando a mediodía, en su encuentro con los periodistas tras entrevistarse con el embajador de Albania, fue preguntado por el asunto, contestó que estaría "encantado" de responder "en otro momento" a todas las preguntas que se le formularan al respecto. Ese otro momento llegó minutos después, nada más marcharse el embajador. "Desgraciadamente, no aparecen caras nuevas en el escenario del PSPV-PSOE", dijo Zaplana, quien agregó: "Ojalá sea un paso definitivo, aunque por los augurios que ellos mismos cuentan no parece que hayan cerrado la crisis de forma acertada. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona todo esto, pero es muy difícil que personas que mantienen enfrentamientos durante mucho tiempo cierren la crisis", dijo. Los dirigentes populares que opinaron sobre el asunto utilizaron el mismo guión. Así, el presidente del PP de Castellón, Carlos Fabra, aseguró que la elección de Asunción "demuestra el escaso peso específico que tiene Castellón para la dirección socialista valenciana", porque es "cuanto menos un desaire para los socialistas castellonenses, que ven resignados cómo no se les presta ninguna atención en la dirección del partido, demostrando que quienes deciden son siempre unos señores que están en Valencia e incluso en Madrid". En parecidos términos se expresó el líder del PP de Alicante, Julio de España, para quien la cúpula del PSPV "no tiene en cuenta ni le importa la opinión" de las bases de Alicante. El portavoz electoral del PP, Antonio Lis, dijo que Asunción es "un candidato de circunstancias que desearía haber esperado cuatro años más para su resurrección y no verse arrollado por la evolución de la crisis socialista". En su opinión, Asunción es "un hombre lleno de contradicciones que quiso liderar la renovación y se ha prestado ahora a ser la puntilla con que la vieja guardia del PSOE ha finiquitado el movimiento renovador que inspiró Joan Romero".