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Un anfitrión muy especial

El ambiente en el equipo español de Copa Davis continúa siendo estos días tan bueno como en los últimos años. Desde que esta brillante generación de jugadores tomó las riendas del equipo, se acabaron las guerras internas y el mal rollo."Formamos una piña. Es un grupo de gente excelente", no se cansa de afirmar Santana, quien recuerda algunos malos tragos que le tocó vivir en su primera etapa como capitán español. En Lleida, los jugadores viven una vida distendida, divertida y agradable, y aceptan encantados que Albert Costa, que vuelve al equipo tras poco más de un año de ausencia, cumpla sus funciones de anfitrión.

Costa, que nació hace 25 años en el centro de Lleida, intentó influir en todos sus compañeros para que no pusieran trabas a la celebración de esta eliminatoria en su ciudad cuando se enteró de que ésta optaba a la organización. "Hice lo que pude", cuenta. "Ellos temían que el público no respondiera. Pero les calmé. Y ahora espero que la gente esté con nosotros, que acuda puntual a la cita y que se vuelque con nosotros. Lleida nos ha tratado muy bien, hemos comido muy bien y nos han dado facilidades para todo, pero lo que cuenta al final es que el equipo se sienta arropado en la pista [la capacidad es para 4.200 personas]".

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Corretja, Moyà, Mantilla, Costa, Pato Clavet y Galo Blanco -estos dos últimos acompañan al equipo- llegaron a Lleida el pasado lunes. Pero a pesar de llevar varios días en la ciudad apenas han tenido tiempo para las visitas. "Una noche los llevé a cenar a un lugar muy especial", explica Costa. "Es un restaurante al que suelo ir cuando vengo a Lleida. Pero no hemos tenido tiempo para nada, salvo para el tenis. Ni siquiera hemos disfrutado de otros aspectos más lúdicos que también ofrece esta ciudad. Ojalá ganemos por 3-0 el sábado, porque entonces tendríamos más tiempo para divertirnos".

Tanto Albert como el resto de componentes del equipo español se congratulan del ambiente fresco y distendido que están viviendo. "Intentamos estar relajados y pasarlo bien", confiesa Costa. "Estamos tranquilos, contentos, sueltos, sin presión. Ya sufriremos en plena competición. Sufrir antes no vale para nada. La cuestión es estar a punto mentalmente en el momento preciso".

La distensión se aprecia en todos los actos, incluso en el del sorteo de la eliminatoria. Cuando se supo que a Moyà le tocaba abrir la primera jornada, no faltaron bromas: "Podéis reíros. Es cierto que me cuesta levantarme, pero esta vez estaré a punto", replicó el mallorquín. Y, acto seguido, agregó: "De todas formas, si yo perdiera el primer partido no pasaría nada, porque estoy convencido de que mis compañeros ganarían los otros tres encuentros".

El equipo español suele entrenarse conjuntamente en dos pistas anexas a la central. Es allí donde realizan también sus ya típicos -sobre todo para Moyà- partidos de fútbol-tenis. Y allí también se ha podido comprobar que Corretja

-como él mismo reconoce- no está al 100% de sus posibilidades y que al doble que forma con Albert Costa llega un poco corto de preparación.

"Eso es cierto", reconoce Costa. "No llevamos tres años jugando juntos. Pero lo que no necesitamos ahora son agobios ni críticas. Lo que precisamos es apoyo. Tal vez lo hagamos mal este sábado, pero si seguimos jugando es posible que dentro de dos o tres eliminatorias ganemos un punto decisivo para el equipo. Somos buenos jugadores y podemos hacerlo bien".

Costa asegura que entre los jugadores no hablan de ganar este año la Ensaladera. "Interiormente cada cual tiene sus planteamientos. Pero no nos gusta hablar de eso. Ahora sabemos que debemos ganar a Brasil. Y en julio ya pensaremos en la siguiente ronda".

La tierra batida

La Copa Davis es un punto y aparte en la temporada individual de cada jugador. En Lleida se han juntado un grupo de amigos y grandes jugadores para sacar adelante esta eliminatoria contra Brasil. Es como un intervalo que puede darles nuevos bríos para afrontar la temporada de tierra batida, presidida por el torneo de Roland Garros. Ésta es la cita más importante de la temporada para todos los españoles.Moyà y Corretja disputaron la final de la pasada edición. Este año, Albert Costa espera que se hable de él. "Eso espero", afirma. "Tuve problemas en una pierna en Australia, y hasta ahora no empiezo a sentirme en perfectas condiciones".

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