Martínez critica el plan de vivienda de la Junta pero le pide ayuda frente al paro
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, mostró este jueves una doble estrategia en sus relaciones con la Junta respecto a los dos principales problemas de la ciudad: la vivienda y el paro. Por un lado arremetió contra el Ejecutivo andaluz por su política "excluyente" de viviendas, al mismo tiempo que solicitó a la Administración autonómica colaboración para incrementar la formación de los jóvenes como remedio contra la alta tasa de paro. Este doble rasero comenzó con su corriente de críticas y descalificaciones a los dirigentes del Gobierno andaluz tras la aprobación del decreto de vivienda que faculta a la Consejería de Obras Públicas a actuar en solitario para recuperar el casco histórico de Cádiz y a luchar contra la infravivienda en la capital gaditana. Martínez dirigió sus ataques al delegado provincial de Obras Públicas, José de Mier, al que tildó de "mentiroso" por asegurar que la Oficina Municipal de Rehabilitación de Viviendas acumuló sistemáticos retrasos ante la negativa del Ayuntamiento de adelantar el dinero que la Junta se había comprometido a desembolsar. La alcaldesa justificó sus acusaciones asegurando que el consistorio ha adelantado 16 de los 25 millones a los que Obras Públicas se había comprometido y no ha abonado desde 1997. A la hora de encarar el desempleo, el discurso de Martínez cambió y pidió "sumar esfuerzos en vez de restar". La alcaldesa precisó que en torno al 40% de los jóvenes de Cádiz de menos de 25 años carece del título de Graduado Escolar. "Así tienen verdaderas dificultades para conseguir un empleo", sostuvo Martínez, quien detalló que en los últimos 3 años un 41% de los mil estudiantes tratados en programas municipales de absentismo escolar acuden con frecuencia a clase. "Es la mejor forma de combatir el desempleo, atajándolo de raíz", insistió Martínez, quien puso el énfasis en que las instituciones no "sólo" ofrezcan enseñanza gratuita, "sino la garanticen". La regidora lamentó "el círculo vicioso" que se produce en las familias de los niños afectados por el absentismo, caracterizadas por su bajo nivel socio cultural, conflictividad y escasos ingresos.
