Una huelga impide la salida de tres periódicos franceses
Los lectores del muy conservador Le Figaro, del muy popular France Soir o los adictos a las carreras de caballos comentadas por Paris Turf se encontraron ayer sin su referencia diaria. Los tres periódicos del grupo Hersant no salieron a la calle debido a una huelga en los talleres. La inquietud de los trabajadores parece fundada, pues France Soir se dispone a cambiar de propietario por un simbólico franco, un precio que parece generoso para un título que aún vende más de 150.000 ejemplares diarios.Pero sólo lo parece, ya que las pérdidas anuales de France Soir son de 120 millones de francos (3.000 millones de pesetas). Muy lejana queda la época rumbosa de los sesenta en que France Soir ponía en la calle un millón de ejemplares diarios.
Hersant, que se ha comprometido a entregar France Soir libre de deudas, quiere traspasar el diario a Georges Ghosn, un financiero que ya ha tenido otros contactos con el mundo de la prensa. Y eso es lo que preocupa a los sindicatos. Ghosn ha saldado sus aventuras periodísticas de la misma manera: reduciendo personal hasta dejar la revista o diario como una cáscara vacía, convertida en una simple cabecera que luego él ha revendido a buen precio.
Ghosn sólo ha dicho hasta ahora que piensa invertir 153 millones de francos (3.825 millones de pesetas) en el relanzamiento de France Soir, una cifra próxima a la de las deudas de un solo ejercicio. El grupo Hersant había dado por buena la oferta, aunque ésta no iba acompañada de precisión financiera suplementaria alguna, presionado como está por sus acreedores.
Los sindicatos han denunciado la marcha atrás dada por Hersant respecto a sus promesas del año anterior, cuando garantizó "un futuro para todos los títulos, sociedades, empleos y negociaciones colectivas". La marcha de France Soir hacia un futuro nebuloso puede servir, temen los trabajadores, para que la empresa se desentienda del resto de compromisos al considerar que las condiciones globales del anterior se han modificado.
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