El candidato acusa al Gobierno de esconder Berlín detrás de Kosovo

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, criticará hoy con fuerza al presidente José María Aznar por "subsumir" en un pleno extraordinario del Congreso los resultados de la cumbre europea de Berlín y el ataque de la OTAN a Yugoslavia. "Es inaceptable, aberrante e intolerable que Aznar esconda Berlín detrás de Kosovo", dijo ayer Borrell, quien lo considera como "un atentado más al Parlamento". Casi al mismo tiempo, el portavoz adjunto del grupo parlamentario, Luis Martínez Noval, profería las mismas críticas al fracasar en la Junta de Portavoces su intento de que hubiera dos debates separados.La mayor parte de la Ejecutiva Federal del PSOE dedicó su tiempo a analizar los resultados de la Cumbre de Berlín para insistir en que "el Gobierno camufla las cifras" y que no ha habido éxito alguno. Otro de los apartados sustanciales de esta ejecutiva fue la discusión y aprobación de los manifiestos autonómico, municipal y europeo a cargo de Ramón Jáuregui, Alfonso Perales y Raimon Obiols. Jáuregui tuvo ayer en realidad poco trabajo, ya que durante dos meses ha estado discutiendo y consensuando con todos los secretarios regionales un proyecto de articulación del Estado que, finalmente, ha satisfecho a todos los barones territoriales.

Pago de impuestos

La mayoría de los miembros de la ejecutiva aconsejaron a Borrell que no pierda "ni un minuto" en contestar la información que ayer publicaba Abc sobre la relación del candidato del PSOE con una empresa de análisis económico. A primeras horas de la noche, y ante la presión informativa, Borrell decidió redactar un par de folios sobre el asunto. Esta información salió por primera vez a la luz pública en 1994 cuando el candidato era ministro de Obras Públicas y ya entonces dio los detalles que consideró oportunos. En su nota Borrell escribe que en 1979, siendo catedrático de análisis matemático, constituyó con otros dos profesores una empresa de servicio de análisis económico y econométrico con un capital social de 150.000 pesetas, del que Borrell participaba con 50.000 pesetas. Entre 1981 y 1984, la empresa no tuvo ningún tipo de actividad y cuando decidió reiniciarla él vendió las acciones y no participó en la ampliación de capital. El candidato socialista asegura que durante el periodo en el que fue miembro del consejo de la empresa no contrató con administraciones públicas. Una vez que Borrell se desvinculó de la empresa, ésta volvió a realizar operaciones comerciales, entre ellas con estamentos de la Administración, que fueron siempre autorizadas por la Comisión Interministerial de Bienes y Servicios. A partir de estas explicaciones, la nota se dedica a comparar esta situación con la del ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqué. "Los ataques sin fundamento al candidato socialista por parte del PP no impedirán la continua exigencia al Gobierno de que todos sus miembros actúen conforme a la legislación tributaria vigente" dice la nota.