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Poderosa gramínea

Dicen los expertos que las escasas lluvias registradas en España en los últimos seis meses permiten augurar una primavera de polinización moderada, lo cual esperan como alma en pena miles de personas sensibles al polen. Y es que todos los años por estas fechas -desde la semana de Fallas hasta el mes de junio- entre el 10 y el 15% de los valencianos afrontan como pueden una larga temporada de incesantes estornudos, lagrimeos y picores, que sólo remiten a base de antihistamínicos o vacunas. "Sólo con cortar el césped se me ponía la nariz como una malva", cuenta un alérgico a las gramíneas de 52 años, que vivió momentos terribles cuando tenía 30: "Por aquellas fechas me pasaba días enteros sin parar de estornudar, lo cual me llevó al uso masivo de antihistamínicos". Confiesa que cometió el error de recurrir a los nebulizadores nasales, que se pueden adquirir sin receta y crean verdadera adicción: "Las mucosidades te taponan la nariz y tienes que echar mano del nebulizador para poder respirar, hasta que un día te das cuenta de que se acerca octubre y sigues chutándote diez veces al día". Efectivamente, la desintoxicación es muy dura. El doctor Luis Caballero, del departamento de Alergología del hospital Infantil La Fe de Valencia, explica que los descongestionantes pueden provocar rinitis medicamentosa. "Producen un enganche tremendo y no hay manera de quitarlo; primero se consigue frenar la congestión, pero ésta se vuelve luego mucho más intensa [de hecho no conviene usarlos más de tres o cuatro días seguidos], por lo que no los recomendamos casi nunca", dice. Además de los antihistamínicos en forma de pastillas o en pulverizadores (que según Caballero no generan adicción) existen los corticoides de uso tópico, aunque tampoco están exentos de efectos secundarios -pueden provocar hongos e incluso cataratas si se usan con frecuencia-, de ahí que los alergólogos recomienden la inmunoterapia como único tratamiento eficaz contra las alergias: Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunoterapia Clínica (SEAIC), la eficacia de las vacunas está por encima del 80% en el caso de los pólenes; roza el 90% frente a los ácaros del polvo doméstico y llega al 99% en reacciones alérgicas causadas por el veneno de los himenópteros (abejas y avispas). En la Comunidad Valenciana, el polen más problemático es el de la parietaria, una mala hierba que crece, por ejemplo, en las paredes del cauce del río Turia. Le siguen el de olivo y el de las gramíneas, y aunque a menudo se registran grandes cantidades de granos de polen de ciprés por metro cúbico de aire, éste es poco alergénico y molesta menos. Acostumbrado a realizar mediciones semanales de polen, el experto de La Fe dice que 100 granos de parietaria por metro cúbico son "una verdadera burrada" y pueden hacer que los alérgicos se pongan "muy mal". Los ataques de estornudos pueden llegar a ser terribles, pero hay algunos trucos para atenuarlos. Caballero sugiere cambiar el campo por la playa como destino vacacional y si uno se encuentra en pleno ataque, recomienda recurrir a humidificadores, para que el polen decante. "El vaho de la ducha es igualmente recomendable, ya que la humedad es siempre buena", dice; de ahí que los procesos alérgicos sean más graves en los climas secos. Existen numerosos factores irritantes que pueden acentuar los síntomas propios de la polinosis (enfermedad causada por una reacción alérgica frente a los pólenes que, cuando se encuentran en la atmósfera, penetran en el organismo a través de las mucosas expuestas al aire: ojos, nariz y boca). Por ejemplo, la contaminación que se produce por la utilización de productos derivados del petróleo. De hecho, el monóxido de carbono de los coches y el humo del tabaco pueden agravar los síntomas de la alergia primaveral. Según los expertos de la SEAIC, la contaminación actúa sobre la mucosa respiratoria, aumentando su sensibilidad a factores externos, e incide en los propios pólenes, potenciando su acción alergénica. Se calcula que en la primera década del siglo XXI la mitad de la población urbana será alérgica. No en vano, la contaminación es la responsable de que la alergia en la ciudad supere a la registrada en el campo, pese a que en las zonas rurales se concentren más pólenes. Los médicos recomiendan, como medida preventiva para los alérgicos, acudir a un centro sanitario antes de que comience el periodo de polinización. "Es importante que sepa a qué tiene alergia y que empiece el tratamiento cuanto antes", señala Caballero. Ahora, dice, las pruebas se realizan sólo mediante punciones en los brazos, pero no hace mucho los alérgicos se sometían a un sinfín de pinchazos en la espalda. "Cuando fui a hacerme las pruebas, me pusieron numerosas inyecciones subcutáneas con diversos extractos. Lo curioso es que resulté ser alérgico también al pescado azul, pero jamás me ha pasado nada por comerme una sardina", comenta el sufrido alérgico a las gramíneas, cuyo mayor miedo fue siempre que los problemas respiratorios derivasen en asma. "En los momentos más duros me pasé días sin poder dormir más de diez minutos seguidos, y sólo podía respirar por la boca", cuenta. Afortunadamente para él, afirma que estos días sólo nota una leve irritación en los ojos, aunque tiene siempre en un cajón unas pastillas, por si le da "un ataque gordo". El caso de J. M. C., de 38 años, tiene poco que ver con el polen, pero no es menos duro. Su alergia es a los ácaros del polvo y eso le provoca verdaderos transtornos en la oficina, por el cúmulo de papeles y carpetas, y sobre todo por el aire acondicionado. Estuvo dos años autovacunándose para mitigar los efectos, pero acabó hastiado de pincharse cada 15 días. Su problema le afecta todo el año, aunque la predisposición a sufrir un ataque aumenta en primavera y en otoño. Cuenta que en algún momento de su vida tuvo que solicitar una baja laboral cada dos semanas y lo relaciona, en parte, al escaso deporte que practicaba. Ahora corre al aire libre y se siente mucho mejor. Buenos augurios La mayoría de las personas que sufren polinosis están sensibilizadas a las gramíneas, un alergeno que requiere otoños muy lluviosos para su polinización. De ahí que la SEAIC augure que esta primavera las concentraciones de gramíneas serán significativamente menores que las registradas en los dos años anteriores. Los entendidos dicen que lo mejor en estas fechas es que salga un día lluvioso, por los efectos positivos de la humedad. De hecho, las lluvias caídas en las últimas semanas han menguado, en gran medida, los efectos del polen. Respecto de la inmunoterapia, insisten en que es el único tratamiento capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica, e incluso lograr la curación de algunos procesos alérgicos como la rinitis, el asma bronquial y la conjuntivitis. Si se realiza con extractos bien estandarizados, dicen, puede ser utilizada en pacientes que sufran rinitis o asma producida por pólenes, ácaros, epitelios de animales y hongos.

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