El PP rechaza la petición de PSOE e IU de derribar Las Mimbreras
El pleno municipal del Ayuntamiento de Madrid rechazó ayer, con los votos del PP, una moción de urgencia presentada por el PSOE e IU en la que se reclama el desmantelamiento del poblado marginal de Las Mimbreras (Latina), donde viven 160 familias.La propuesta de la oposición viene motivada por el riesgo que existe de que ese barrio de realojamiento de chabolistas se convierta en un gueto: hace un mes los trabajadores sociales de la Comunidad lo abandonaron tras sufrir amenazas y el destrozo de su local de trabajo. Los supuestos autores de los hechos son un pequeño grupo de habitantes.El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, descartó desmantelar por ahora este barrio formado por 72 casas bajas, 39 viviendas prefabricadas y 60 chabolas "porque es útil para realojamientos provisionales de familias que pasan a pisos una vez que se han integrado socialmente". El edil de IU, Julián Rebollo, criticó que se hable de integrar a estas familias "cuando se les ha enviado a vivir a un erial donde no hay nada, como si fueran perros". Este poblado, el más aislado de la ciudad, está situado a tres kilómetros del vecindario más cercano.
El gobierno municipal sí aceptó otras dos propuestas del PSOE e IU en las que se pide el traslado a otros poblados de las familias causantes de los conflictos que han forzado la marcha de los educadores y el derribo, con mandamiento judicial, de las 60 chabolas levantadas en los alrededores del asentamiento. No sólo los trabajadores sociales han dejado de acudir a la barriada, tampoco entran a ella los empleados municipales del servicio de limpieza porque en varias ocasiones les han disparado con escopetas de perdigones.
El poblado de Las Mimbreras nació en 1995 cuando el Ayuntamiento del PP y el Gobierno regional, entonces del PSOE, trasladaron a este descampado, junto al aeródromo de Cuatro Vientos, a 39 familias chabolistas de Carabanchel. Hace un año el Consistorio amplió el núcleo con otras 72 casas en las que alojó a familias del Cerro de Mica y Cañada Real. Por ahora el núcleo no es un punto de venta de droga.
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