Denunciadas 109 personas por las 145 agresiones de perros en Andalucía en 1998

Un viejo aforismo periodístico sentencia que es noticia que un niño muerda a un perro pero no que un perro muerda a un niño. Sin embargo, la acumulación de ataques a personas por canes de razas consideradas agresivas ha convertido en noticia el hecho de que durante 1998 la Guardia Civil tramitara en Andalucía 145 denuncias por agresiones de perros, la más grave de ellas la ocurrida el 5 de junio en Benatae (Jaén), en la que una mujer de 55 años falleció por el ataque de dos pitt-bull (sacrificados 20 días más tarde) a los que fue a echarles de comer en un cercado. La Guardia Civil hizo pública ayer una nota en la que asegura que entre enero del año pasado y febrero de este atendió 145 casos de agresiones de perros, la mayoría de las cuales se concentraron en las provincias de Granada (47) y Huelva (45). De los 606 propietarios de perros que pasaron por los cuartelillos de España por esta causa durante el año pasado, 109 lo hicieron en puestos de Andalucía e incluso uno de los dueños acabó detenido por esta causa en Cádiz. Las agresiones obligaron a los agentes del instituto armado a poner en marcha una actuación especial contra la agresividad canina, que llevó a la incautación de 20 animales de diferentes razas, entre ellos dos bóxer, dos podencos, cuatro pastores alemanes y dos rottweyler. Precisamente, estas dos últimas razas, más una variedad de doberman, se incluyen en la oferta de compra que ha lanzado el instituto armado para adquirir perros "útiles para el servicio", es decir, detección de drogas, explosivos y misiones de rescate, entre otras. El dato más espectacular sobre actuaciones de la Guardia Civil relacionadas con los perros se refiere al número de ejemplares robados. El instituto registró el año pasado 729 casos de hurto de animales, fundamentalmente de perros de caza: sólo en lo que va de año se han producido 14 robos. Andalucía es la comunidad autónoma que acoge la mayoría de las denuncias por robo de canes. La raza más sustraída fue el galgo (el año pasado se robaron 366, sobre todo en Córdoba), seguida muy de cerca por los podencos, los pastores alemanes, los husky siberianos y los Alaska malamute. No obstante, también ha sido robados ejemplares de perros susceptibles de ser utilizados en peleas, como los presa canario y mallorquín, los dogos argentinos o del Tíbet y el fila brasileño.