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Dimite el alcalde de Badia por las tensiones con su partido, el PSC

A menos de tres meses de las elecciones municipales, Antonio Cruz, el alcalde de Badia del Vallès, ha decidido darse de baja como militante del PSC y presentar su dimisión. "Ya he soportado más allá de lo razonable", ha declarado a este periódico. Cruz asegura que se ha visto sometido a un acoso personal y añade que nunca ha tenido el apoyo de la agrupación local del PSC. La tensión entre el alcalde y su partido empezó hace un año, cuando Cruz decidió cesar al director de Servicios Económicos y de Servicios Generales, también militante socialista, Joan Antoni Quintana. "Tomé una decisión legítima de un alcalde. Había un señor que me engañaba y como era un cargo de confianza lo destituí", argumenta Cruz. La decisión generó un clima enrarecido en la agrupación local del PSC: parte de los militantes pidieron la dimisión del alcalde y por la ciudad se distribuyeron carteles descalificándole. El hecho de haber escogido este momento, un año después de que sucedieran estos hechos, para presentar su dimisión, ha sorprendido a los miembros del gobierno municipal. José Luis Jimeno, portavoz del grupo municipal socialista y segundo teniente de alcalde, no aprobó en su momento la forma con la que Cruz destituyó a Quintana, pero ahora asegura que "las relaciones han mejorado". El único alcalde de Badia Cruz ha sido, hasta el momento, el único alcalde de Badia, y su prioridad ha sido consolidar la recién estrenada independencia. Esta ciudad nació en el año 1975 y fue ideada por el Ministerio de Vivienda del régimen franquista. Tenía que ser un polígono de viviendas para los funcionarios. Durante casi veinte años la Ciudad de Badia fue una mancomunidad gobernada por los ayuntamientos de Cerdanyola y Barberà del Vallès, que cada dos años se relevaban su presidencia. En 1994 los vecinos de Badia votaron en un referéndum por la independencia y el sí ganó por abrumadora mayoría (más de un 80% de los votos). Esta ciudad, con una de las rentas por cápita más bajas de Cataluña, tiene como única actividad económica los pequeños comercios. Badia tiene hasta el 2004 para demostrar que tiene suficiente entidad económica para poder seguir siendo independiente y no convertirse en un barrio de las poblaciones vecinas. El gobierno catalán se comprometió a hacerse cargo de los servicios no obligatorios del consistorio hasta el 2004, un plazo que el ayuntamiento cree que es insuficiente. Ahora todos los presupuestos municipales están bajo la auditoría de la sindicatura de cuentas del Parlament El pistoletazo de salida para conseguir que el municipio tenga la ansiada "viabilidad económica" es el plan general de ordenación urbanística, aprobado recientemente y que contempla la recalificación del suelo y se plantea como objetivos construir pequeñas industrias y talleres.

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