Atacada con dos 'cócteles mólotov' la casa del portavoz socialista en Bilbao
La pequeña localidad guipuzcoana de Zizurkil, de menos de 3.000 habitantes, fue tomada ayer por unos mil simpatizantes de ETA para rendir homenaje al presunto etarra José Luis Geresta. Poco antes del entierro, el portavoz de HB, Arnaldo Otegi, reafirmó la apuesta política iniciada en Lizarra. Un grupo de jóvenes radicales que se dirigía al homenaje coreando consignas a favor de la banda armada destrozó una unidad móvil de la televisión vasca. Apenas unas horas después, era atacado con dos cócteles mólotov el piso del portavoz socialista en el Ayuntamiento de Bilbao y candidato a la alcaldía por el PSE, Dimas Sañudo.
El atentado se produjo a las 21.30 en el quinto piso del inmueble número 61 de la carretera de Basurto a Castrexana, donde está situada la vivienda del concejal socialista. En el momento de la deflagración se encontraban dentro de la casa la esposa y dos hijos del edil, que resultaron ilesos. El artefacto ennegreció la puerta y el rellano de la vivienda. La semana pasada estalló otra bomba en la puerta de la casa de los padres del edil socialista en Bilbao.Durante el entierro en Zizurkil del presunto etarra José Luis Geresta, cuyo cadáver fue encontrado el pasado sábado con un tiro en la sien, las ikurriñas con el crespón negro en señal de duelo ondeaban en todos los balcones.
Todos los asistentes descargaron su dolor con aplausos en recuerdo de Ttotto (diminutivo en euskera de José Luis) y numerosos gritos en favor de ETA que alcanzaron su máxima expresión una vez finalizado el acto político en el que intervinieron amigos, representantes de la organización juvenil Jarrai y de Gestoras pro Amnistía, el hermano del fallecido y el dirigente de Herri Batasuna Arnaldo Otegi. A los actos fúnebres no acudió la compañera sentimental de Geresta, la edil de HB Nekane Txapartegi, detenida en la última redada, cuya salida de la cárcel impidió el juez Baltasar Garzón, que considera que existe riesgo de fuga.
Una vez finalizadas las honras fúnebres, el féretro salió del Ayuntamiento sostenido a hombros por varios familiares y amigos, y secundado por varios dirigentes de la coalición abertzale radical. El discurso encendido de Otegi comenzó con un Gora gure gudariak (Vivan nuestros soldados) sobre el escenario colocado frente al Ayuntamiento y en el que reposaba el féretro con los restos de Geresta. "Los perros españoles te han matado", dijo Otegi después de recordar sus años de militancia en la organización terrorista. Sus proclamas encendieron a un aforo volcado y visiblemente afectado por la muerte del supuesto miembro del comando Donosti. "Vivimos en un Estado criminal y terrorista", a pesar de lo cual "no conseguirán que HB cambie su gran apuesta política", afirmó el coportavoz de la coalición. Otegi advirtió de que tras esta muerte la "única venganza debe ser construir una Euskadi libre y socialista".
Para entonces, un par de encapuchados habían subido al escenario exacerbando los ánimos de los congregados, que inmediatamente arreciaron sus gritos en favor de ETA. Minutos antes del acto político, medio centenar de jóvenes que llegaron en autobús hasta las proximidades de Zizurkil volcaron un vehículo de Euskal Telebista (ETB), la televisión autonómica vasca, con el que se encontraron a la entrada del pueblo. El coche quedó prácticamente destrozado.
Por la mañana, el féretro con el cuerpo de Geresta había salido del Instituto Anatómico Forense del cementerio donostiarra de Polloe, donde se congregaron varias personas que profirieron gritos de apoyo a ETA y contra el PP. Ante la presencia de familiares del fallecido y varios miembros de la Mesa Nacional de HB, Arnaldo Otegi y Joseba Permach, entre otros, el ataúd fue introducido en un furgón fúnebre tras habérsele colocado una ikurriña y la bandera con el anagrama de ETA. La caravana de vehículos se trasladó hasta Zizurkil, donde un numeroso grupo de personas esperaba la llegada del féretro. El ataúd fue conducido a hombros durante un trayecto de tres kilómetros aproximadamente hasta la plaza que se abre frente al Ayuntamiento. Allí se le tributó un homenaje.
Cientos de ikurriñas con crespones negros haciendo pasillo a la llegada del féretro, balcones con banderas en señal de duelo, fotografías de presos de ETA se repetían en la localidad.
En este ambiente se celebró una concentración silenciosa frente a la casa consistorial, al término de la cual se dio lectura al comunicado aprobado el lunes por el pleno municipal con el apoyo de los ediles del PNV, Herri Batasuna y Eusko Alkartasuna, y los votos en contra del PSE-EE.
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