La OPEP ratifica un recorte de producción de crudo de 2,1 millones de barriles diarios
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ratificó ayer en Viena el nuevo recorte mundial de producción de 2,1 millones de barriles de crudo diarios para forzar un aumento del precio del crudo. Diez miembros de la OPEP reducirán su producción en 1,7 millones de barriles y cuatro productores independientes dejarán de vender otros 388.000. El precio del crudo en Londres llegó a los 13,88 dólares a media sesión. El temor a que el aumento del precio tenga consecuencias inflacionistas condujo a una caída generalizada de los mercados financieros.
La ratificación del nuevo acuerdo mundial para reducir la producción de petróleo -anunciado el pasado 12 de marzo- estaba tan asegurado que los ministros de los países de la OPEP no tardaron más de 20 minutos en rubricar el pacto y lo hicieron público antes de comenzar formalmente su asamblea de ayer en Viena, sede de la organización. Oficialmente, 10 de los 11 miembros de la OPEP -Irak sólo asistió a la reunión como observador porque su producción de crudo está sujeta al programa petróleo por alimentos de la ONU- acordaron reducir su producción en 1,716 millones de barriles (un barril contiene 159 litros) diarios a partir del próximo 1 de abril y durante un año.Por otra parte, cuatro de los grandes exportadores de crudo -México, Rusia, Noruega y Omán- se adhirieron al acuerdo y en conjunto dejarán de producir otros 388.000 barriles diarios. En total, 2,106 millones de barriles.
Estas cifras, unida a los dos pactos de reducción anteriores -en marzo y junio de 1998-, que totalizaron un recorte de 2,6 millones de barriles por parte de la OPEP, significa que los miembros de la organización deben dejar de extraer 4,316 millones de barriles. Y sumado al total de recortes a los que se comprometieron los países ajenos al cartel, la cifra mundial de recortes alcanzará los 5,204 millones a partir de abril.
Sólo la producción total de la OPEP pasará de 24,387 millones de barriles diarios a 22,526 millones. La producción mundial pasará de unos 69 millones de principios de 1998 a 64 millones a partir de abril, lo que supone una reducción de casi 7% en un año y de un 3,3% en el último recorte.
El primer recorte que Arabia Saudí, como principal productor mundial, orquestó junto a Venezuela y México en marzo de 1998 fue bien recibido en el seno de la organización. Se supuso entonces que con recortar 1,5 millones la producción de barriles diarios iba a ser suficiente para elevar el precio del crudo, que entre octubre de 1997 y febrero de 1998 se redujo de 18,72 a 14,50 dólares.Pero no fue así, ni tampoco sirvió el segundo recorte en junio de 1998 de 1,1 millones de barriles más. Al contrario, el precio llegó a descender por debajo de los 10 dólares a finales del año pasado.
La razón era un simple principio del mercado, la demanda se mantenía baja y los inventarios de crudo continuaban aumentando porque los grandes productores no cumplían los recortes pactados y para finales de 1998, sólo de la OPEP, llegaban al mercado a diario más de 28 millones de barriles cuando debían ser menos de 25. Este tercer recorte tiene, por el momento, mejores perspectivas. Arabia Saudí se compromete por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial a producir menos de ocho millones de barriles diarios, y el resto de los exportadores también parece que esta vez sí están dispuestos a cumplir. Los analistas incluso calculan que, aun cuando sólo se cumpla con el 75% del total del recorte, el precio del barril ascenderá en los próximos meses, con la repercusión posterior en el precio de los combustibles y en la inflación.
Ante ese riesgo, el ministro de Energía y Minas de Venezuela, Ali Rodríguez-Araque, dijo ayer en Viena, que la organización de países exportadores debe desarrollar mecanismos para controlar el mercado de crudo y evitar, no sólo que los precios caigan a niveles muy bajos, sino también que suban demasiado.
Ayer mismo, en el mercado de Londres, la cotización del crudo alcanzaba los 13,88 dólares a media sesión, 23 centavos por encima del cierre del día anterior y más de tres dólares (más de un 25%) superior al que se registraba a principios de este mes. El entusiasmo de los ministros de la OPEP los ha llevado a decir que para finales de año el precio estará en torno a 17 dólares. Los analistas estiman que rondará los 15.
Efectos económicos
Ahora bien, un año de bajos precios del petróleo y sus derivados ha permitido que muchos países importadores de esta materia prima, como es el caso de España, hayan registrado bajos niveles de inflación. Pero ahora, si los grandes productores logran su objetivo, el IPC aumentará naturalmente frente a la subida del precio del petróleo.El propio secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, lo reconocía ayer al declarar que la subida del precio del crudo sería "levemente perjudicial para España por su repercusión sobre el nivel de la inflación". Una inflación al alza amenaza los presupuestos nacionales y todas las previsiones económicas, las mismas que ya han sido revisadas a la baja por la crisis financiera internacional.
Por ejemplo, algunos analistas calculan que si el petróleo se estabiliza en 14 dólares en las próximas semanas, los precios de las gasolinas en España aumentarían en torno a un 35% para finales de abril en comparación a los de hoy.
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