El pacto de Viena provoca la caída de las bolsas

Los mercados financieros se han visto sacudidos por los previsibles efectos económicos que traerá consigo la subida del precio del petróleo, tras la decisión de la OPEP de reducir su producción. El índice general de la Bolsa de Madrid perdió el 2,05%, 18,14 puntos, para situarse en 866,91, ya muy lejos del 900% y queda por debajo del nivel de apertura del ejercicio. Los inversores europeos han echado cuentas rápidamente de lo que sucederá con sus economías con un petróleo más caro, y el panorama les ha obligado a deshacer posiciones a toda prisa. Si hace apenas unas semanas se revisaban a la baja las previsiones de crecimiento económico para el conjunto de la UE, ayer parecía evidente que aquello era sólo un primer paso, en el supuesto de que el precio del petróleo alcance las cotas esperadas por los productores.La incidencia sobre las tasas de inflación puede ser inmediata, aunque ello servirá para alejar el fantasma de la deflación de algunos países, pero ni siquiera esto consiguió animar a los inversores europeos, cuyas ventas han hecho caer el 3,26% a la Bolsa de Francfort y el 2,80% a la de París. Londres registraba la caída más moderada con el 1,51%.

La Bolsa de Nueva York perdía al cierre de esta sesión el 2,21%, 218,70 puntos, y se situaba en 9.671,80 con lo que aleja por ahora de la zona de los 10.000 puntos, nivel histórico que la semana pasada tocó en un par de ocasiones.

La Bolsa de Tokio fue la primera en detectar las variaciones en el precio del petróleo y dejó de lado la euforia que ha acompañado a aquel mercado en los últimos días, por la proximidad del cierre del ejercicio fiscal. El índice Nikkei cayó el 2,2%, una cifra muy pequeña si se tienen en cuenta las posibles consecuencias del encarecimiento del petróleo para la deteriorada economía de Japón, para la que el presupuesto del próximo año estimaba un crecimiento del 0,5%.

Los países desarrollados han basado su estabilidad económica de los últimos años en el control de la inflación, gracias a la caída en el precio de las materias primas, pero la decisión de la OPEP parece señalar un más que posible cambio de ciclo a medio plazo.