EU dice que subir la potencia de Cofrentes aumenta la inseguridad de los valencianos
Esquerra Unida piensa que el aumento de potencia de la central nuclear de Cofrentes (desde el 1 de abril de 1998 funciona al 104,2% de la capacidad para la que se diseñó inicialmente) redunda en un aumento de la inseguridad de todos los valencianos. Y así se lo hizo saber ayer al director de la central, Mariano Gómez, el coordinador general de la coalición, Joan Ribó, durante la comparecencia del primero en la Comisión de Seguridad Nuclear. Gómez acudió a las Cortes para explicar a sus señorías todas las dudas surgidas sobre el reactor y las incidencias sufridas por él durante el último año. Sin embargo, el encargado de la central, con ya catorce años de funcionamiento, destacó a la de Cofrentes como una de las centrales más seguras del mundo. No estaba de acuerdo Ribó, que aseguró que Iberdrola, la eléctrica titular de la planta, "intenta aumentar su rentabilidad anual a costa de disminuir la seguridad porque está trabajando por encima de la potencia eléctrica diseñada". Así, si la central se inauguró en 1984 con capacidad para rendir 975 megavatios de potencia eléctrica, ahora obtiene del reactor hasta 1.025,4. No es algo inusual, hay centrales en el mundo que han alcanzado el 110% de su pontencia de diseño. "La seguridad la tenemos que pagar todos, pero los beneficios se los quedan las empresas", dijo Ribó al respecto, para quien el aumento de potencia deja obsolescente el diseño inicial de la misma. "Algún día tendremos que plantearnos su desmantelamiento", añadió al plantear que la vida de las centrale ronda los 25 años. No estuvo de acuerdo el director de Cofrentes, para quien Cofrentes es una central todavía "jovencita", que podrá llegar fácilmente a los 40 años de vida. Gómez aseguró asimismo que trabajar en Cofrentes es hasta tres veces más seguro que hacerlo en cualquier otra industria. Y dio sus cifras: en la central la media es de tres siniestros al año, diez veces menor que la media nacional y un 40% inferior a la del resto de centrales españolas. En cuanto a la gravedad del suceso (no es lo mismo mellarse un dedo que partirse la columna) dijo que la tasa es 13 veces menor a la media industrial. No sólo habló de la seguridad laboral, también se refirió a la seguridad nuclear y situó al reactor de Cofrentes entre los más fiables del mundo, con, a su juicio, pocas paradas y por tanto con un rendimiento energético superior al 95%. Esa cuestión, las paradas no programadas (fallos en la central), centró otra parte de la intevención de Gómez. Explicó las dos del último año (que tuvieron el reactor detenido uno y seis días respectivamente) y alegó que ocurrieron en la parte convencional de la central (la parte de generación de energía a base de vapor, no la de producción de vapor por la reacción nuclear). Ninguna de ellas "supuso alteración alguna de la seguridad de la planta", afirmó rotundo.
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