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Lisboa teme una 'invasión' del sector financiero español

La fusión entre el Santander y el Central Hispano ha desatado en Portugal una estrategia impulsada desde el propio Gobierno para evitar que Lisboa pierda el control de su sistema financiero y, sobre todo, que caiga en manos españolas. El Ejecutivo luso ha explicado que una asociación de los bancos comerciales con la Caixa General de Depósitos impedirá cualquier tentativa hostil de compra. La banca portuguesa intenta blindarse ante una previsible invasión española.El secretario de Estado y Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, afirmaba recientemente que la Caixa General de Depósitos (CGD), el auténtico garante de que el sistema financiero luso se mantendrá en manos nacionales, "no puede ser un mero espectador, sino un actor". La imposibilidad de ofertas de adquisición hostiles contra grupos estatales como la CGD es la única fórmula de hacer frente a los procesos de fusión. La estrategia del Gobierno fue inmediatamente aceptada por el presidente de la CGD, João Salgueiro, quien admite que la asociación protegerá a los bancos comerciales de cualquier pérdida de control. Y así lo explicaba: "La ventaja de la Caixa es que no puede ser objeto de operaciones hostiles de adquisición; hace imposibles esas fusiones. Los estatutos de éstas no son en Portugal como en España, Francia o Alemania; nuestras instituciones están al abrigo de cualquier tentativa hostil de compra".

Suspicacias

Salgueiro explica también que la CGD puede convertirse en el eje fundamental de diversas fusiones en el sistema financiero luso y no sería la primera vez que "es accionista de varios grupos nacionales, cuando ha sido necesario". Precisamente, el anuncio de la fusión del Central Hispano con el Santander abrió en Lisboa el arca de las suspicacias.

A pesar de la estrategia ya predefinida desde el Gobierno, el presidente del BCP (poseedor de un 10% del Central Hispano y participado en un 14% por el BCH), Jorge Jardim Gonçalves, explicaba el pasado fin de semana que "la realidad de Portugal es muy diferente a la de España; el portugués se engaña al pensar que en España se encuentra en casa y lo mismo sucede a la inversa (...) Prefiero las alianzas a las adquisiciones", añadía. Tras el anuncio de la fusión española, el BCP no descarta la asociación con otros grupos extranjeros, siempre que no sean españoles. El temor al vecino invasor es evidente y así lo ha planteado el núcleo estable del BCP, que no descarta nuevas asociaciones nacionales o extranjeras, siempre que no sea con españoles.

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