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Dora Salazar muestra en San Sebastián su preocupación por la mujer y el cuerpo La exposición "Cajas de Música" reúne piezas escultóricas y dibujos

La artista Dora Salazar (Alsasua, 1963) muestra en la galería Art Co de San Sebastián sus trabajos más recientes que denotan su preferencia por la utilización de materiales livianos para la creación de esculturas. Salazar, que siempre ha desarrollado un trabajo muy vinculado a lo humano, presenta siete cajas de música, una variada serie de dibujos y una escultura con luz, que invitan al espectador a la contemplación detenida. La muestra permanecerá abierta al público hasta el próximo 6 de mayo.

La exposición Caja de música, supone la posibilidad de adentrarse en la obra de una artista que no concibe el arte desligado de la vida. "Mi obra", afirma, "siempre se ha movido en torno a la persona, la naturaleza o lo social, está relacionada con lo humano". En esta ocasión, Salazar, que en 1997 ganó el I Premio de Escultura para el Paseo Marítimo de Zarautz, presenta siete cajas musicales, una amplia serie de dibujos y una escultura con luz que atestigüan el trasfondo de su trabajo. En esas cajas, muestra varios personajes femeninos encerrados en pequeñas celdas, que cobran vida con la música. Expresa así su preocupación por la idea de mujer y el cuerpo, que la artista anuncia, le acompañará durante mucho tiempo. Denotan su convicción de que el movimiento "carga de significado las esculturas". Salazar ha utilizado materiales livianos para crear estas piezas. "Me gusta la idea de flotar cada vez más. La física no te lo permite, pero si no, lo que más me gustaría es que las obras estuvieran exentas de suelo". La artista, que estudió Bellas Artes en Lejona, afirma se introdujó en el mundo de la creación de manera "progresiva e inconsciente". Recuerda que en sus comienzos ni siquiera tenía claro si dedicarse al arte, al periodismo o la psicología. Pero en la escuela encontró "la seguridad y la osadía", para pasar de la teoría a la práctica. Desde entonces se ha dedicado a absorber conocimientos, información y traducirlo en arte. Se mueve con facilidad en la escultura. De hecho reconoce que ésta es la disciplina es en la que se encuentra más cómoda. Todo lo demás, los dibujos por ejemplo, "son un medio para llegar a lo que más me interesa, el espacio". A lo largo de los últimos años Dora Salazar ha estado presente en Estampa - la Feria Internacional del Grabado Contemporáno con la galería Art-Co y en Arco con la Galería Winsord. De su experiencia deduce que el arte se está popularizando. "Los artistas somos conscientes de que necesitamos del público", dice. "No se puede hablar con un lenguaje hermético, que no tiene nada que ver con la persona. Hay que hablar de lo que estamos viviendo". Salazar, que cree que el mayor riesgo que corre el artista es el de quedarse aislado, aprecia una apertura de los espectadores de arte hacia corrientes más vanguardistas. "San Sebastián por ejemplo es muy conservadora", señala. "Pero las exposiciones del Koldo Mitxelena nos están dejando alucinados. Son los plantemientos más rompedores del País Vasco". La artista trabaja ahora en la creación de un libro de dibujos sobre el Guggenheim que irá acompañado por textos de Bernardo Atxaga.

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